Capítulo 45.

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NARRANDO DANIEL.

Le doy un fuerte puñetazo, Ledra grita que me detenga pero no lo hago.

— ¡Dani la policía! —Grita Ledra.

— ¡Ledra llévatelo! —Exclama Jesús.

— ¡No puedo!

—  ¡Eres la única que puede!

Siento la mano de Ledra en mi brazo, la miro, mira mis ojos fijamente y me detengo.

— Vámonos. —Suplica.

— Pero mi hermano —Jesús me detiene.

— Estaré bien —Me asegura— ¡Vete!

Subo a la moto, todos los amigos de Ledra se acercan deprisa, ella los mira y sin pensarlo dos veces se sube a la moto, le doy mi casco y nos marchamos. Siento sus brazos rodearme, la miro por el retrovisor, no puedo evitar sonreír, ella gira la cabeza hacía el otro lado y muerdo mi labio.

— ¿Dónde me llevas? —Pregunta.

— ¿Dónde quieres ir?

— Está oscureciendo —Dice y sonrío.

— ¿Y qué? No es la primera vez, además, conmigo no te pasará nada.

— Vete a la mierda gilipollas.

La llevo a un bosque bastante bonito, ella baja de la moto y me mira.

— No conocía este sitio. —La miro.

— Pues bosque hay por todos lados.

— Que gracioso, esto es muy bonito.

— Aquí vienen turistas. —sonríe.

—  ¿Cómo lo sabes? —pregunta alzando la ceja.

— Porque hay varios. —Respondo.

— Debo volver pronto.

— Ledra.

— No digas nada, solo tranquilízate.

— Estoy tranquilo.

— Entonces ya puedes llevarme. —Se acerca a la moto.

Agarro su brazo, ella me aparta y cruza los brazos por causa del frío.

— Es normal que tengas frío, aquí hace bastante —Me quito la chaqueta.

— Te lo acepto porque estoy helada.

Me rio, ella se pone mi chaqueta y se sienta, yo me siento a su lado, ambos nos mantenemos callados.
De repente empieza a llover, Ledra me bastante furiosa, a mi me empieza a entrar la risa y rio a carcajadas.

—  ¡No te rías! —Exclama.

— Así no puedo coger la moto.

— ¡Pues vamos debajo de un árbol!..

Nuestro amor es animal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora