♛ 𝘌𝘯𝘦𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴 𝘐𝘯𝘵𝘪𝘮𝘰𝘴 ♛

CAPITULO VII "ORGULLO Y PREJUICIO"

— Arriba, Llaó.

— Tío ¿Te calmas? Me estresas.

— Arriba, dije. – rodé los ojos, Ken y Ragnar me miraban mientras mi tío Salvador me daba clases de egocentrismo. Repetí la combinación golpe, golpe y patada aérea.

— Eres lento como tu papá cuando tiene que confesarse con tu madre.

— Oye.

— Otra vez. – lo repetí, las veces que me lo pidió, mi tío me observó. – Ábrete de piernas.

— Quiero hacer abuelos a mis papás.

— Hazlo. – lo hice y lo miré, él me observaba, asintió. – Descansa. – aun me encontraba con las piernas abiertas cuando vi a Cardinalis acercarse al ring.

— Estás en forma, Leoncillo. – le sonreí como un idiota.

— Hola guapa.

— ¿Cómo te sientes?

— Como pez en el agua.

— ¿No te duele?

— No. – dije sonriendo ¿Qué me pasa? Sacudí la cabeza. – Estoy bien.

— Pelearás con los red's otra vez, vi la lista.

— A este paso, van a decir que estoy comprando los encuentros y me enfrento con puro imbécil.

— No es tu culpa que los demás no estén a tu nivel.

— Tengo buen personal cuidando de mí ¿Quieres ir a comer?

— Romeo, no es hora de la comida.

— Nos vemos en la tarde, si es que regreso. – palmeé la espalda de mi tío Salvador.

— Eres tan... parecido a mí.

— No me ofendas de ese modo, Káiser.

— ¿Qué dijiste?

— Estoy jugando. – me levanté de un salto.

— Uau ¿Me enseñas a hacer eso?

— Claro, me ducharé rápido y nos iremos ¿De acuerdo?

— Esperaré aquí.

— O puedes ayudarle en la ducha, Bell.

— Cállate, Ken, no hables sin pedirme permiso, la vuelvo Cardi. – entré a la ducha rápidamente, me vestí y salí de los vestidores.

— ¿Nueva colonia?

— Me la regaló mi hermano.

— Huele bien. – la tomé de la mano y salimos, ella parecía incómoda.

— Oiga señor peleador, creo que no deberíamos tomarnos la mano aquí adentro.

— Eres mi novia, si alguien tiene algún problema lo podemos arreglar de la única forma que sé.