CAPITULO LXII "DREAMING OF YOU"

255 35 130
                                    

UNA SEMANA DESPUÉS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

UNA SEMANA DESPUÉS.

No comprendo, no comprendo qué es lo que los Briar están jugando, por más que miro las pistas, no me llevan a nada. Hacía números, cálculos en la mente ¿Por qué se está moviendo hacia el sur? Me llevé la mano a la barbilla, esto no es divertido.

— ¿A qué estás jugando Albert? — dije mientras ponía ambas manos sobre el escritorio sin dejar de ver el mapa proyectado con la información recabada por Gideon, miré mi reloj, en quince minutos tengo que llamar a Roma para saber si ya tomó las vitaminas. Estaba sumergido cuando una fémina me distrajo, elevé una ceja, Eli sigue aquí. — Hola ¿Por qué te niegas a tomar somníferos?

— Ya tengo un doctor, gracias — me dijo sin mayor ánimo.

— Lo sé, solo que realmente no quisiera que enfermaras. — dije sin mirarla.

— No puedo empeorar más de lo que ya estoy — se acercó al escritorio —. ¿Qué es todo esto?

— Trato de averiguar por qué los nexos de Briar y compañía se mueven al sur, no tiene sentido, son aliados, no necesitan invadir ahí, los chinos tienen amistad con los de esa zona, y lo más extraño es que se mueven lento, están tramando algo, pero no alcanzo a descifrar qué es.

— Comienzo a creer que ustedes dos no duermen ¿Es de familia? — dijo Gideon ofreciéndome una taza de té, le ofreció otra a Eli. — Vos te ves fatal rubia.

— ¿En serio nadie puede distinguir los colores? Soy rubia castaña y sí hay diferencia.

— Soy hombre, para mí solo existe el rubio y el que no es rubio, es oscuro, punto. — cruzó los brazos. — ¿Aún nada? — negué.

— Ese hijo de puta, Gideon.

— Hablé con... mi hermano, mandó saludos, parece estar bien, me dijo que hacía demasiado calor y que tenía los ojos de porro por la arena.

— ¿Sabes que tienes contactos por herencia en esa zona? — señaló el mapa —. Creo que tu padre los conoció una vez. No cooperan fácilmente, pero conocen del pacta sunt servanda.

— No confío en ellos. — miré el mapa con atención. — ¿Gamaliel dijo arena y calor?

— Si, dijo que estaba a más de cuarenta de seguro ¿Por qué?

Exhalé lento. — ¿En dónde está Keled ahora?

— Masshad, en Irán, los Araujo están en España, con algunos asiáticos y los rusos de algún modo, están en la frontera con Turquía y Ucrania.

— ¿Alguno de ustedes me puede decir por qué el ejército se tomaría tantas molestias en hacer volver a Gamaliel?

— Eiden, no me digas esas cosas. — me dijo Gideon.

— Mierda ¡Rápido, necesito que escudriñemos esa misión! ¡Quiero saber en dónde está!

— El ejército no, una perra desalmada, se acostaría con Hades por una venganza.

♛ 𝘌𝘯𝘦𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴 𝘐𝘯𝘵𝘪𝘮𝘰𝘴 ♛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora