CAPÍTULO XX "PALACIOS VS CASTILLO"

235 32 35
                                    

Comenzó la música disco, generalmente soy reservado por cuando bebo me pongo transformer, total que los alfas terminaron en la misma mesa que yo, cuando digo alfas hablo de los gemelos y Eiden, Mauro había preferido mantenerse en línea neutral y n...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Comenzó la música disco, generalmente soy reservado por cuando bebo me pongo transformer, total que los alfas terminaron en la misma mesa que yo, cuando digo alfas hablo de los gemelos y Eiden, Mauro había preferido mantenerse en línea neutral y no sé si estoy contento con tu decisión. Eiden parecía estar aquí, pero a la vez no, Gamaliel era pura miel con la rubia texana, me daba mucho gusto por él, es un romántico incurable y por su parte, Gideon y Shantall ya eran una pareja más sobria, vaya revelación esa, el único que estaba solo como el perro, era yo.

— Soy un perro callejero. – susurré entre balbuceos.

— Ni me lo digas, yo soy un perro callejero atropellado. – miré a Eiden.

— Oye, este es mí momento de depresión, soy un perro y soy miserable, tú ya tendrás tú momento de depresión, éste, éste es el mío, viejo.

— De acuerdo. – cruzó los brazos, yo me puse a bailar al ritmo de la música mientras agitaba el collar hawaiano que tenía puesto, miré de manera disimulada a Jiang, Alonso, Adrián y al imbécil de Joaquín, a excepción de éste último, los demás estaban sobrios, acompañaban a su colega, en silencio, así como los míos, Josh y Ángel se habían unido a la cruzada.

— Iré al sanitario. – me levanté de forma descompuesta, iba a caerme, pero Gamaliel, que era el que más cerca de mí estaba, reaccionó y tiró fuerte de mi mano.

— Cuidado, vos, te vas a matar.

— Gracias güerito. – le palmeé la mejilla. – Te ves bien.

— Pero vos no.

— Ya se me pasará. – fui al sanitario, la cabeza me daba vueltas, estaba cansado y extraño a la vez, me tiré un poco de agua en el rostro, salí del sanitario para encontrarme con Leia bailando con la D' Marco y Mariana Castillo, me miró unos segundos y siguió bailando, hice un ademán con la mano derecha mostrando mi desinterés. – Al fin que ni quería que vinieras acá. – cuando volví a la mesa me percaté de que Joaquín me miraba.

— Miren, ese que está ahí. – me señala. – Era mi mejor amigo, que digo mejor amigo, era mi hermano. – balbuceó. – Tomábamos cerveza de la misma botella, hoy, hoy ni siquiera nos saludamos de forma decente. – elevó una cerveza y brindó. – Por Remington Matías Palacios Raymond, pecoso hijo de puta. – me senté en la mesa.

— Ese que está ahí, era mi amigo, que digo mi amigo, era mi hermano, cuando entré en depresión, le pedí cuidar a mi novia, el hijo de puta la cuidó tan bien, que hasta se la quiso coger.

— Rem, basta, no vayas a armar una escena. – me dijo Shantall, la miré de feo modo, quité su mano de mi hombro.

— Tú no me hables, lo que pasa es que no quieres que le rompa la madre a tu hermanito.

— Cuidado Remington. – respondió Gideon, me senté otra vez en la mesa y aplaudí.

— Culo antes que familia ¿Verdad, Gideon? – Gideon miró a Gamaliel, éste negó con la cabeza y lo tomó del hombro.

♛ 𝘌𝘯𝘦𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴 𝘐𝘯𝘵𝘪𝘮𝘰𝘴 ♛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora