CAPITULO XLVIII "DUELE"

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De estar en la fiscalía local terminé en PGR, que es dónde van todos aquellos que cometen delitos federales, me metieron al famoso cuartito oscuro de las preguntas incómodas, esta vez el interrogatorio no fue hermoso, para nada hermoso, eran dos y...

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De estar en la fiscalía local terminé en PGR, que es dónde van todos aquellos que cometen delitos federales, me metieron al famoso cuartito oscuro de las preguntas incómodas, esta vez el interrogatorio no fue hermoso, para nada hermoso, eran dos y varones.

— Señor Gamaliel Rivas.

— ¿Vos me podés decir qué mierdas hago aquí? Homicidios es delito local, amigo, soy extranjero, pero no idiota. — dije.

— ¿Estás aceptando que mataste a Eliel Varela?

— El hijo de puta me tenía de las pelotas, obvio que le disparé, en la frente, con su propia arma, hubiera querido golpearlo más, pero tenía la cerveza hasta la frente, no podía más, me enojé más y le disparé después de que intercambiáramos golpes y me hiciera esto. — me señalé los golpes. — En mi hermoso rostro. — uno de los sujetos sonrió sin muchas ganas, miró a su compañero.

— Mire, señor Rivas, la cosa está así, usted está en un problema, como sabe, los federales solo tratamos asuntos de trascendencia nacional, tenemos elementos suficientes para creer que usted pertenece a una peligrosa red del narcotráfico, así que, si yo fuera usted, comenzaría a hablar. — lo miré unos segundos antes de apoyar mi adolorida espalda en el respaldo de la silla, el sujeto tomó un folder y sacó algunas fotografías, fotografías de mi familia.

— Thiago Rivas, señalado como líder del cártel de Buenos Aires. — elevé una ceja, me mostró una fotografía de mi vieja. — Ainhoa Victoria Palacios de Rivas, esposa de Thiago, madre tuya, hija del finado Isaac Palacios, líder del cártel llamado "La Fraternidad". — ladeé la cabeza. — Gideon Rivas, tu hermano gemelo, co-líder del cártel de Buenos Aires. — ahora sigue una foto de Eiden, se ve muy bien en esa, por cierto. — Eiden Palacios, hijo del presunto líder del cártel de Carta Blanca, tú líder. — y aquí es cuando la cosa se pone más tensa, sacó una foto de mi ángel malvado. — Y tu puta. — gruñí apenas escuché cómo la llamó, elevé las piernas y le atrapé el cuello, azotándolo con fuerza al suelo.

— ¿Cómo la llamaste vos pendejo hijo de puta? — apreté, mientras el otro intentaba controlar la situación, aflojé un poco y le di una patada en la cara, pisé la cabeza del policía. — Vos no tenés derecho a llamarla así ¿Entendés pedazo de mierda? — entraron más oficiales y me sometieron, el policía se levantó sofocado, tosió varias veces, me señaló.

— Estás jodido Rivas. — me amenazó.

— Vos suéltame un poquito y vas a ver que el jodido sos vos, pendejo.

— Amárrenlo como perro...

— Silencio, Gamaliel. — mi primo llegó al rescate junto con Madaí D'Marco. — Se acabó el interrogatorio, señores. — les dijo. — Queremos estar a solas con él y más vale que apaguen su cámara, si no lo hacen lo sabré. — salieron, me dejaron sentado en dónde me encontraba en un inicio, Eiden esperó a que se fueran.

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