La Bratva ha decidido abandonar "La asociación" comandada por Eiden Palacios, con ello, consolidan una vez más su enemistad.
Madaby Palacios no es ninguna paloma blanca, a pesar de los esfuerzos vanos de su hermano mayor, se verá atraída por los be...
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— Oye papá, comienzo a pensar que debiste ir con las señoras.
— ¿Y dejarte la diversión para tu escuadrón solo? No inventes, junior, Renan ¿Qué tenemos?
— Cuatro camionetas.
— Abramos fuego antes de que se acerquen.
— Hecho. – el sofisticado rifle de los Carta Blanca me gustaba, señalé.
— Papi, quiero uno de esos.
— Si hijito, primero salgamos vivos, después veremos qué pasa. – me llevé la mano al auricular.
— ¿Torres?
— En posición.
— Disparen en cuanto tengan tiros seguros. – como si de ajedrez se tratase, Gamaliel y Gideon tomaron las torres, el poderío se mantenía al frente y los reyes en el corazón de la operación.
— Que comience la diversión. – disparamos a las camionetas para no darles oportunidad de mucho.
— Venegas.
— Pasaron dos camionetas.
— Vamos al frente, tenemos que retenerlos lo más que se pueda.
— Eiden no... — me apoyé en el borde del balcón para saltar abajo. – Vayas a saltar.
— Tú no lo hagas, te puedes romper algo.
— ¿Pantera?
— Detrás de ti.
— Cúbreme. – asintió para mí y avancé, me dispararon, pero logré ocultarme a tiempo.
— Gibran ¿Te acuerdas la bronca grosa que nos aventamos en el santuario?
— ¿Cómo olvidarlo, Edilson?
— Amigo, creo que está de más que te diga que siempre me es un honor y placer tirar balas a tu lado.
— Lo mismo digo.
— A Ángel le molestará que hayamos hecho esto sin él
— Y qué me dices de Josh, se pondrá loco. – me moví un poco, disparé y me cubrí, como ya les había dicho, esto es un vals en campo minado.
— ¡Palacios! ¡No entiendo cómo es que permití que vivieras tanto! ¡Tal vez mis hijos seguirían vivos si no fuere por tu maldita sangre que merodea esta hermosa ciudad!
— Vos sos sentimental, Zac Varela, solo puedo decir, que por lo que respecta a Eliel, no sufrió como debía. – vi al Varela disparar a la torre en dónde se encontraba Gamaliel.
— ¡Eiden! ¡Eiden, Madaí está dando a luz en la camioneta! ¡No vamos a llegar al hospital ni de puta broma!
