La Bratva ha decidido abandonar "La asociación" comandada por Eiden Palacios, con ello, consolidan una vez más su enemistad.
Madaby Palacios no es ninguna paloma blanca, a pesar de los esfuerzos vanos de su hermano mayor, se verá atraída por los be...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de la magnífica interpretación de mi primo, la música continuó, llegó el momento de mis padres de pasar a bailar con nosotros, mi madre me miraba como cuando era niño y no quería dejarme en la escuela solo.
— Samantitha no me digas que estás a dos de llorar.
— Tú ni me hables, mal hijo. Prometiste que no me dejarías y mírate, ahí, casado, ¡já!
— Oh mamá. — la abracé. — Jaque mate, no retes a un Anderson, que se casa. — la miré. — No importa, tú siempre serás la mujer de mi vida.
— Promesas, promesas. Mejor dime que te lanzarás de político — se aferró —. Eres un hijo malvado, no tenías que crecer.
— Mamá, no es por asustarte, pero estoy seguro que después de Gideon, se te casa Jared. — lo dije con gracia, ¿Cómo puedo disfrutar esto? Ella tiene razón, soy un hijo malvado.
— Ahora quieres que yo tenga un infarto, ¿verdad? — negó —. No cabe duda, eres igualito que tu padre.
— ¿En lo guapo? ¿En lo inteligente? ¿En lo audaz? ¿En todo? — le sonreí. — ¿Por qué estás así?
— Porque no se suponía que esto pasara tan pronto. Tu eres mi hijo, mí bebito, mí hermoso bomboncito... Y ahora la secretaria te robó mis brazos, no es justo.
— Punto número uno, ella es tu nuera de ahora en adelante, no la secretaria, es Roma, tu hija por afinidad; dos, ya tengo veintiséis años, debí darte un nieto hace tres; y, tres, esa mujer me ama y yo a ella, ha cuidado de mí y me ha protegido a pesar de que la golpeaste, no te guarda rencor, así que comienza a ser una buena suegra, por favor.
Hizo una mueca — Necesitaré de tiempo para procesarlo.
— ¿Procesar? No eres una destiladora, madre, solo, sé una madre y una suegra, de otro modo ¿Cómo serás una abuela normal?
— ¿Empezaremos a hablar de nietos? — preguntó angustiada —. Pero si tú, tú apenas eres un muchacho.
— Mamá por dios, a mi edad papá ya era papá de Eiden y Jared y casi de Llaó, claro que serás abuela y pronto.
— Mejor me siento antes de desmayarme — dramatizó.
— Mamá ¿Es en serio? ¿No te emociona? ¿Tener un blanquito de ojos bonitos corriendo por ahí?
Rió — Tú no me saliste tan blanquito.
— Bueno, un bronceado, se parecerá a su mamá. — suspiré al mirarla.
— Sería lindo volver a cuidar de un niño pequeño, o una niña.
— Un varón, está calculado. — le susurré mientras bailábamos. — Tu nieto primogénito será un varón.
— ¡Ay estos Palacios! — rio al negar —. Tu padre me dijo lo mismo cuando tú y tus hermanos nacieron, siempre me salía con su lado psíquico y el muy cabrón siempre le atinó.