CAPITULO LXXIV "EL MUNDO ES TUYO Y LO QUE HAY EN ÉL"

255 38 27
                                    

— Vaya, esto sí que es escalofriante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Vaya, esto sí que es escalofriante.

— Será lo último que vea, será traumatizante hasta el final. – en realidad nos habían hecho una transformación facial nivel asiático, Remington tenía veinte años más, Mauro tenía la apariencia de un hippie, Gideon luciendo como un ruso.

— ¿Torre dos?

— Te escucho, Dios, es perturbador, Eiden, en serio lo es.

— Yo sé lo hago, haz las cosas bien, Gamaliel, dependemos de ti en demasía.

— Vos no te preocupes, me haré cargo. – yo entraría al lugar como parte del escuadrón especial de seguridad, Remington como el secretario particular del Primer Ministro de Inglaterra, Mauro como prensa y Gideon, sería el francotirador.

— Haces falta torre dos.

— Cállense, no me quisieron llevar ahora vivan sin mí. – respondió el Rivas. Abordamos la camioneta que conducía uno de los hombres de Antonio asignado para esto, llegamos y el primero en bajar de la camioneta fui yo.

— Eiden. – me dijo Mauro. – Mucho cuidado. – asentí.

— Ustedes también.

— Nos vemos en Fulham hermano.

— Que así sea. – bajé de la camioneta buscando la entrada trasera, el personal de seguridad no le pregunta al personal de seguridad qué hace dando vueltas por todo el lugar, me ajusté los lentes del uniforme, que es parecido al swat.

— Torre.

— Sigue derecho, la cumbre será en el gran salón, cuando vos escuches la explosión vas a caminar a tu derecha y después a la izquierda, para cuando esto suceda, ya tendré control de los ascensores, ese es uno privado, seguramente Briar intentará tomar el que se encuentra a contra esquina, todos se quedarán abajo, tendrán que usar las escaleras y es cuando podrán actuar, espera a que pantera tenga la tarjeta de acceso, así vos podrás entrar a zona segura.

— Torre uno, en posición. – dijo Gideon.

— Cuida nuestras espaldas torre uno, sería una lástima que mi mami supiera que me dispararon por tu culpa.

— Vos, no, tu vieja no, cualquiera menos tu vieja, bueno, tampoco la mía.

— Bien, comencemos, tengo a la vista al secretario particular, torre dos, informe.

— Bien, creo que necesitará usar el baño, esa novia de vos, jaguar, digna de portar próximamente el apellido de vos.

— Lo sé. – respondió Mauro.

— ¿Qué hicieron?

— Gotitas afloja estómagos, gordo, tendrá que usar el baño, pantera, atento, te diré a vos a dónde se dirige.

♛ 𝘌𝘯𝘦𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴 𝘐𝘯𝘵𝘪𝘮𝘰𝘴 ♛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora