CAPITULO XLV "¿QUIÉN ES TÚ MEJOR AMIGO?"

272 35 72
                                    

Nunca me caractericé por ser un niño llorón, pero esto, si había sobrepasado mi nivel de tolerancia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nunca me caractericé por ser un niño llorón, pero esto, si había sobrepasado mi nivel de tolerancia. No era que me doliera tanto, era el hecho de que era un constante fastidio sentir el dolor y la limitación que ese dolor me provocaba, ello provocó que Leia aceptara a Joaquín como su pareja para la fiesta de compromiso que se celebraría en la casa de los Castillo, lo miré de mala manera, cosa que de algún modo a él le parecía divertida.

— Amigo mío. — me dijo.

— No me haces ni puta gracia, Joaquín. — me ríe. — En serio que no.

— Oh, vamos amigo, solo es una fiesta de compromiso.

— No me dirijas la palabra, te lo prohíbo. — ella se acercó.

— Hola, Matty ¿Silla de ruedas? ¿Acaso estás empeorando?

— Para nada, es para comodidad del discapacitado. — dije. — ¿Cómo estás?

— Me duele la cabeza a veces, pero todo en orden, hasta el momento, te ves muy guapo. — Joaquín tragó saliva, se aclaró la garganta, já.

— Gracias, tú luces muy hermosa, como siempre.

— Eres coqueto.

— Eres hermosa. — lucía como una hadita sin memoria, su vestido y sus zapatitos de TinkerBell la hacían ver tan adorable... el problema de ésta TinkerBell, era que en lugar de tener un Peter Pan, tenía dos y de manera indudable, uno terminaría siendo el Capitán Garfio.

— Gracias, iré a buscar a mamá. — asentimos ambos como unos imbéciles, miré a Joaquín de reojo y coloqué ambas manos en las ruedas para huir, estaba determinado a hacerlo, cuando de pronto, la mano de Joaquín me detuvo por detrás.

— ¿Por qué siempre huyes?

— No quiero pelear contigo, ni siquiera sé porque peleamos por la misma mujer habiendo tantas.

— Quisiera tener una respuesta para eso.

— No existe, solo déjame ir y ya.

— No, no quiero seguir así ¿Cuántos años más vamos a ignorarnos como si no nos conociéramos?

— Hasta que dejes de cortejar a la misma mujer que yo.

— Remington, sabes que Leia solo es la punta del iceberg, desde el accidente solo he reflexionado en lo mal que estamos los dos.

— ¿Los dos?

— Los dos, no es posible que ese día haya perdido a Miguel y también a ti.

— La culpa no fue mía, tú me culpaste todo el tiempo por salvarte a ti y no a él.

— ¡Lo siento! ¿Okay? No estaba pensando con claridad, no pensé en ese momento la difícil decisión que tuviste que tomar, en serio, nunca debí culparte por esto, porque no fue culpa de ninguno de nosotros.

♛ 𝘌𝘯𝘦𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴 𝘐𝘯𝘵𝘪𝘮𝘰𝘴 ♛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora