CAPÍTULO XLII "EL ANILLO DE MADAÍ"

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— Cállate ya, suerte Darah, no te tientes el corazón con ese marido tuyo, páralo de culo, se lo merece

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— Cállate ya, suerte Darah, no te tientes el corazón con ese marido tuyo, páralo de culo, se lo merece.

— Que de gracias que no lo pondré en coma — lo empujó —. Si no caminas por tu voluntad, jura que te patearé.

— ¿Necesitas ayuda? — le ofreció mí tía.

— No gracias. Los Bishop hemos tenido que lidiar con pendejadas desde que nació el primero — mi tía rio —. Lamento el show, Samantha, en serio y que por favor tu hijo no se entere.

— Trataré, aunque no puedo prometerte mucho. Suerte para él y sus idioteces que Gibran está ocupado.

— ¿Acaso es la primera vez que bebe como un adolescente? — le preguntó a mi tía.

— Aguanto más que él, vieja.

— Cállate, cállate te dije, ahorita me arreglo contigo. — me llevé el dedo a los labios, de acuerdo, de acuerdo, me callo.

— El baboso ése no me dice mucho, quien tal vez sepa está en la mesa del bufet, o para variar, la rusita es quien sabe más.

— En fin, sé cómo te sientes, es raro que te llamen suegra.

— De mi parte, no es. — dije.

— Tú, cállate ¿Quieres que te atienda?

— No, no vos seguí hablando del hermano de la tía, yo iré por ahí a cantar con el mariachi.

— ¿En serio, Gamaliel? Ten tantito respeto, es la boda de mi hijo, déjalo tener al menos un día de tranquilidad al pobre.

— Pero si canto bien tía. — objeté.

— Cállate ya, Aarón que no me tienes contenta, mira cómo estás ¿Qué tal si pasa algo y tú ebrio?

— ¿Qué va a pasar que pueda importarme?

— Hola tía Ainhoa ¿Por qué estás enojada?

— Mira a este hijo mío ¿Qué hice para tener un hijo alcohólico como tú?

— Nada vieja, perdón.

— Me haré cargo, tía, vuelva a la fiesta.

— ¿Seguro, Jared?

— Si, sí, me haré cargo, vaya a la fiesta, los tíos bailan con los novios.

— Bien. – mi vieja se fue dentro de la fiesta, Jared me sostuvo y me sentó cerca de la fuente, cruzó los brazos y me miró.

— ¿Qué querés?

— Mira Gamaliel, te aprecio demasiado, en serio, yo apostaba a que esto pasaría y realmente no quería ganar, pero haciendo este tipo de cosas lo único que haces es lastimar a los que sí se quedaron.

— No es la intención, solo que a veces me cuesta lidiar con la ira, como ya vos sabes.

— Bueno, estoy dispuesto a verte llorar hasta que te canses, di todo lo que quieras decir, te hará bien.

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