La Bratva ha decidido abandonar "La asociación" comandada por Eiden Palacios, con ello, consolidan una vez más su enemistad.
Madaby Palacios no es ninguna paloma blanca, a pesar de los esfuerzos vanos de su hermano mayor, se verá atraída por los be...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mientras abuela Tess lidiaba con el dolor de un adolescente adulto, abuelo Dennis lidiaba con otro tipo de dolor. Llegó con mi hermano mayor al hospital, trataba de deducir qué pudo causarle eso, su suposición solo era una y le molestaba muchísimo.
— Masculino, veintisiete años, infarto, lo reanimamos, su pulso es débil. – dijo el paramédico a una doctora que miró al abuelo, al parecer era la doctora del corazón.
— ¿Señor?
— Ya sé que me ha visto en la televisión no se distraiga conmigo, es mi nieto, así que haga lo mejor que pueda, de otro modo, su madre me va a matar. – la doctora miró el pecho de mi hermano y después a mi abuelo.
— Necesito saberlo todo. – miró a su asistente. – Preparen electrocardiograma. – volvió a mirar al abuelo. – Camine conmigo y hable.
— Tiene una anomalía de nacimiento que no le heredé yo, viene de parte de su papá. – miró levemente al cielo. – Isaac ¿Era necesario que le heredaras todo de ti? ¿Todo?
— Señor.
— Perdón, tuvo una cirugía hace casi dos años, creo que le pusieron una válvula, estaba bien, hasta que quisieron matarlo hace casi un año, le dispararon en el pecho. – la doctora señaló el pecho.
— Esta bala dañó la arteria.
— ¿Qué?
— Tiene marca de un catéter, estuvieron suministrándole medicamento para contrarrestar los efectos.
— ¿Efectos de qué?
— Insuficiencia cardiaca, me imagino que esto es secreto ¿Tengo que firmarle algo?
— Doctora, el electrocardiograma. – exhaló mirando.
— Preparen quirófano, díganle al familiar que tenemos que operar de forma inmediata. – mi abuelo miraba el móvil, sabía que tenía que decirle a mamá lo que estaba pasando, pero no sabía cómo decirle, esperaba poder darle la noticia de que él estaba en problemas, pero estaba bien. La asistente de la doctora le explicó al abuelo que mi hermano necesitaba lo que ella llamó un desfibrilador automático implantable, el corazón de mi hermano no estaba bien.
— ¿Es realmente necesario?
— Si.
— De acuerdo. – el abuelo firmó la autorización, la asistente corrió con ella. El abuelo tomo asiento y suspiró. – Esto te tocaba vivirlo con él, Isaac, no a mí. – a pesar de todo, la cirugía duró tres horas, las mismas que el abuelo estuvo alerta y hasta en cierto modo, protector, como siempre, como mi hermano y todos nosotros no lo habíamos notado. Finalmente, la doctora salió, seria, taciturna, mi abuelo la miró, esperando que trajera buenas noticias. — ¿Cómo está?
