CAPITULO I "LO SIENTO"

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Todo el cuerpo me temblaba, cualquier ruido me parecía mayúsculo, mantuve las manos sobre mi cabeza, golpeteando el suelo con los pies, ya tenía un charco de lágrimas justo debajo, pero me importa una mierda, no había alumbrado aquí, sin embargo, ...

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Todo el cuerpo me temblaba, cualquier ruido me parecía mayúsculo, mantuve las manos sobre mi cabeza, golpeteando el suelo con los pies, ya tenía un charco de lágrimas justo debajo, pero me importa una mierda, no había alumbrado aquí, sin embargo, Mauro logró verme.

- Gideon.

- ¿Qué le voy a decir a mis viejos? ¿Qué maté a mi hermano y que lo siento? - suspiró ¿Qué podía decirme?

- No estabas consciente, Gideon, no le hubieras hecho daño de haber estado consciente.

- Me hubieras disparado vos, no puedo volver a casa después de lo que hice.

- ¿Quieres verlo? - Mauro se hizo a un lado, esperando que yo pasara, me levanté y caminé por delante de él, entramos a servicios forenses. - Fuera. - le dijo Mauro al médico que se encontraba ahí, miré la bitácora que se encontraba cerca de la plancha, las letras se pierden entre mis cobardes lágrimas. - Fue una hemorragia, ni siquiera fue la asfixia, lo siento Gideon, de verdad, es terrible esto. - Mauro salió del lugar, me acerqué al cuerpo de mi hermano y quité la manta que cubría su rostro, al verle sentí que me desvanecería, tenía en el cuello las marcas de mis manos y los labios color púrpura.

- Lo siento Gam. - puse mi mano sobre su pecho y rompí a llorar. - Lo siento tanto, perdóname, perdóname por favor. - terminé de rodillas doblegado por la culpa, golpeé varias veces el suelo y grité, grité hasta que mi garganta no pudo más y me cambió los gritos por tos y sofocación. Cuando miré a la puerta me encontré con mamá mirando el cuerpo de mi hermano de manera atónita.

- ¿Gamaliel? - se acercó a él y le tomó el rostro con ambas manos. - Mi bebé, Gamaliel, despierta, mi amor, ya vine, despierta.

- Ainhoa. - le dijo mi papá, la sostuvo de ambos brazos, mamá se libró y volvió a abrazar a mi hermano, lloró sobre él.

- ¿Mamá?

- ¡Cállate! ¿Qué estás haciendo acá?

- Yo...

- ¡Lárgate Gideon! No quiero verte, ya mataste a tu hermano ¿Qué más quieres? ¿Quieres matarme a mí también? - de manera sorpresiva pero lógica, mamá se lanzó a mí a golpes, no hice nada por detenerla. - Mataste a tu hermano Gideon ¿Qué clase de maldito eres?

- Lo siento, vieja.

- ¡No quiero verte! - me empujó fuera. - No quiero volver a verte, al igual que Gamaliel, para mí estás muerto también ¡Lárgate! ¡No quiero volver a verte! ¡Nunca! ¡Thiago no lo quiero ver! ¡Lo sacas o yo misma lo mataré con mis propias manos! - sentí que mi vieja se desmayaría en cualquier momento, titubeó un poco, intenté sujetarla. - ¡No me toques! ¡Vete! ¡Si vuelves yo misma te mataré! ¡No quiero volver a verte, nunca! - retrocedí impresionado por su reacción hasta que salí, apenas había dado unos pasos afuera cuando sentí un cañón en la sien.

♛ 𝘌𝘯𝘦𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴 𝘐𝘯𝘵𝘪𝘮𝘰𝘴 ♛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora