La Bratva ha decidido abandonar "La asociación" comandada por Eiden Palacios, con ello, consolidan una vez más su enemistad.
Madaby Palacios no es ninguna paloma blanca, a pesar de los esfuerzos vanos de su hermano mayor, se verá atraída por los be...
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MOSCÚ – RUSIA
Culpa.
Miedo.
Tristeza...
Respiraba con calma mientras fumaba un cigarrillo, ya tenía suficiente tiempo sin fumar pero estas semanas pasadas lo ameritaban, Mad y yo habíamos continuado con conversaciones cortas y distantes, ambos seguimos en nuestra postura, ella como la princesa guerrera que tomó San Petersburgo y yo el ruso marginado idiota que participó en una redada que casi le cuesta la vida a Eiden.
Eiden es su hermano.
Gibran Palacios es su papá.
El padre de la mujer que me gusta mató a mi papá.
— ¿Cómo estás? – me preguntó Serch.
— Quiero regresar el tiempo, quiero no haber estado ahí, no sé qué pasará cuando ella lo sepa.
— ¿Y si hablamos con Eiden? – respingué.
— ¿Quieres que le diga que estuve en ese escuadrón que pudo matarlo a cualquiera de su familia?
— Pudiste matarlo y no lo hiciste, no es idiota.
— ¿Qué sabes?
— Albert Briar, nadie dice otra cosa, oh, bueno, si, dicen Keled Briar, se están moviendo, pero no entiendo la razón.
— Tal vez le dieron lectura a un movimiento de Eiden.
— Sabes que para hacer eso debería tener un infiltrado en sus líneas, cosa que es imposible.
— Todos guardamos secretos, hasta los Palacios deben tener unos cuantos tú no te preocupes.
— Me siento culpable, Serch, siento que, no tengo derecho de amar a Madaby después de lo que hice.
— No sabías que se trataba de tu amigo genio de la Universidad ¿Quién iba a decir que el mundo era tan pequeño?
— Mierda, Serch, no me sienta bien todo este asunto.
— Solo tómalo con calma, creo que tal vez, deberías hablar con Eiden, tal vez nos dispare, pero nos escuchará.
— No lo sé, ya no sé cómo justificarle a Madaby mis constantes movimientos, en algún momento se me van a terminar las ideas.
— Podría ser. – se sentó a mi lado.
— ¿Vas a salir con la rubia?
— Si, ella es... una gota de miel en un mundo de ajenjo.
— Ella usa mucho el color rosa.
— Ella es rosita, como su mamá, su papá me da temor.