(BONUS) cap 09

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AL CAER LA NOCHE, CAPÍTULO 9
FOBIA A LA SANGRE

UNA MUJER SE ENCONTRABA RECORRIENDO EL PEQUEÑO SUPERMERCADO DEL BARRIO.

Observaba las estanterías tomándose su tiempo pues, no tenía verdadera prisa. Aún le quedaban cosas que hacer ese lunes por la tarde, pero sinceramente, no le apetecía. Lo haría porque debía hacerlo.

Cuando se dirigía a la caja con su cesta medianamente llena, le llamó la atención una joven que entró con una sudadera azul marino y la capucha puesta. Estaba calada hasta los huesos.

Le pareció reconocerla, pero no estuvo segura hasta que aparecieron otros tres jóvenes tras ella ―dos chicas y un chico― y se quitó la capucha.

―Cielos, chicos ―murmuró acercándose, habiendo reconocido por fin a dos de sus alumnas, colocándose sus horribles gafas de pasta sobre el puente de la nariz.

April y Arlet iban a cursos distintos, sí, pero Morelli estaba orgullosa de decir que eran las más destacables en cada uno. No sabría decir el resto de asignaturas, pero por lo menos en la suya iban bastante bien.

Quizás Arlet tuviese cierta ventaja en cuanto al idioma.

―Oh, buona sera, Señorita Morelli ―sonrió Arlet echando su medio-mojada melena hacia atrás con la mano derecha.

April también se acercó y la saludó con una sonrisa, e Irma y Casey... saludaron por educación. Naturalmente, habían visto a la profesora por los pasillos, pero no tenían la asignatura, por lo que en realidad no la conocían.

―¿Cuándo ha empezado a llover? ―se sorprendió Morelli echando un vistazo por la puerta de cristal.

―¿Llover? Es el diluvio ―corrigió April exagerando por completo―. Hace poco, la verdad. Hemos venido corriendo la última manzana.

―Sí, y... emm... ¿Qué tal... el examen...? ¿Lo ha hecho ya? ―quiso saber Arlet de una forma muy poco disimulada. Cómica.

―¿Por qué? ¿No has estudiado? ―preguntó arqueando una ceja con curiosidad, dirigiendo una mano a la cadera para recalcar su postura.

―Arlet no estudia ―bufó April rodando la vista con diversión, cosa a la que la morena respondió mirándola de reojo. La afirmación le ofendería si no fuese casi cierta.

―No lo preguntaba por mí. Luke me pidió que le echase una mano en la hora libre ―explicó Arlet con un tono burlón, especialmente dedicado a la pelirroja―. Entonces... ¿el mito de Prometeo...? ―insinuó sacando el teléfono, como si fuese a enviar un mensaje para avisar a su compañero.

―Hasta mañana, Arlet. Chicos... ―se despidió su profesora rodando la vista con media sonrisa, retomando su camino a la caja registradora.

Menos mal que no he hecho el examen aún, sí que había pensado en ese texto, se dijo. Era un horror resultar tan predecible, sólo hacía dos meses que había empezado a dar clase.

Arlet le devolvió una sonrisa forzada mientras pasaba junto a ella y se dirigió junto a los demás al pasillo de los refrescos y aperitivos. Como profesora, Morelli sólo podía esperar que no fuesen a dar una fiesta con la posibilidad de desmadrarse.

Al salir por fin del supermercado, se quedó unos minutos en la puerta esperando ver algún indicio de que esa tormenta fuese a parar enseguida.

Ojalá hubiera traído el paraguas, o la bolsa de tela, pensó mirando las frágiles bolsas de papel que tenía entre las manos.

―Venga chicos, no quiero perderme los tráilers ―gimoteó Irma mirando hacia atrás, esperando a que los demás saliesen con sus provisiones.

April salió tras ella sin haber comprado más que unas palomitas y un botellín de agua. Extendió la mano para ver cuán fuerte llovía y pensar por qué no se le había ocurrido coger el abrigo.

tmnt2012, al caer la noche (ES) [acabada y editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora