(BONUS) cap 10

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⚠️ ADVERTENCIA, CONTENIDO SEXUAL
EN CASO DE NO QUERER LEERLO, EVITE LA NARRACIÓN COMPRENDIDA ENTRE LOS TRIÁNGULOS ROJOS

AL CAER LA NOCHE, CAPÍTULO 10
DEPREDADOR

TIGER CLAW SE PASÓ LAS PRIMERAS DOS HORAS SENTADO EN LA COCINA, CON LA MANDÍBULA SOBRE LAS GARRAS.

Estuvo pensando en todo lo que fuera que había cambiado después de que Laeticia recuperase su independencia. O más bien, que una parte de ella la experimentase por primera vez.

Tenía tiempo para reflexionar, ya que un tigre volando al trabajo a plena luz del día resultaría demasiado llamativo. Shredder no le diría nada puesto que era su «Segundo al Mando», y eso le otorgaba ciertos beneficios a los que los demás no podrían aspirar. Estaba tranquilo, en verdad lo que le preocupaba era ella.

Relativamente.

Sí que se preocupaba por ella, pero, tampoco lo diría en alto.

Ya hacía tiempo que Laeticia vivía con él ―casi cinco años―, pero nunca la había dejado sola tanto tiempo, como mucho unos cuatro días. Era suficiente para que la jovencita que era entonces no pudiese alejarse demasiado de la casa en la que vivía con el felino.

Tan pronto como Tiger Claw llegase y viese que no estaba, la encontraría en un par de días a lo sumo. Pero aquí era distinto.

En Japón su casa estaba en una zona sin habitantes en varios kilómetros a la redonda, prácticamente perdida en el bosque. Ahora estaban en Nueva York, un lugar en el que Laeticia podría coger un vuelo o un barco para irse lejos.

Ya que no quería dejarla demasiado tiempo sola, hubo un par de ocasiones en las que se vio obligado a llevársela con él a una misión que le tendría una o incluso dos semanas dando tumbos por Asia en busca de todos sus objetivos.

La dejaba salir del hotel, sí, pero un rato por la noche, cuando podría vigilarla desde las alturas.

La cosa es que tuvo que conseguirla documentación, que por otro lado, le facilitaba el hacerse con una habitación en los hoteles sin tener que dejarse ver por sus clientes. Puede que desde el incidente que le costó la cola, tuviese más cuidado con respecto a revelar su condición de mutante.

Entonces, durante su viaje inter-dimensional no pudo evitar pensar que seguramente Laeticia se hubiera marchado. Esta vez había tenido tiempo de sobra para coger sus cosas e irse, ahora tenía el papeleo necesario para poder vivir por su cuenta. Al menos hasta que la encontrase, si es que la encontraba.

Pero no se marchó, cosa que le sorprendió.

Al volver al apartamento le llamó la atención que hubiese cosas en las estanterías, y que se notaba en el ambiente que alguien había estado ahí recientemente. Cogió el bolso de la butaca y lo examinó, pensando que a lo mejor hubiese preferido llevarse otro con ella.

No se dio el caso, tenía ahí la cartera, el teléfono y la tarjetera. Luego escuchó su voz.

La verdad es que no entendía cómo es que le había esperado.

Tiger Claw era consciente de que en ocasiones se pasaba con ella al ponerle tantas limitaciones, pero se dio cuenta de que Laeticia había desarrollado cierto nivel de dependencia hacia él, lo que podía resultar un pequeño y no muy sano círculo vicioso.

Quizás había cometido un error al concederle mucho más de lo que él podría desear.

Recordaba la primera vez que la dejó sola en casa para atender una de sus misiones de eliminación, aunque ya no sabría decir si se trataba de un asunto de alguna de las mafias que solían llamarle o simple política. Lo que no podía olvidar es que, ella no intentó huir. Y le extrañó.

tmnt2012, al caer la noche (ES) [acabada y editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora