cap 13

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AL CAER LA NOCHE, CAPÍTULO 13
ROJO

CASEY Y ARLET SALÍAN DEL CINE COMENTANDO LA PELÍCULA QUE ACABABAN DE VER.

Pero especialmente debatían las condiciones en las que la habían visto.

Ambos se habían encargado de salir del cine con algo más que picar; Casey habiendo rellenado a la mitad su cubo de palomitas, y Arlet habiendo comprado otro refresco. No, Arlet no había querido comer, pero para eso ya mordisqueaba la pajita.

―Te lo dije, lo mejor es estar en la última fila ―dijo ella encogiéndose de hombros después de haber tomado un trago.

―Puede, pero seguro que a los doce años eras como los demás. Todos íbamos corriendo a las dos primeras filas ―se rió él dándole un codazo juguetón en las costillas mientras terminaba de masticar un puñado de palomitas.

―Al principio sí, pero no merece la pena si me puedo quedar ciega. Además, con un tirachinas le puedes lanzar palomitas a todo el mundo ―añadió con una sonrisa maliciosa antes de volver a atrapar la pajita entre los dientes.

―Vale ―asintió él con una sonrisa―. La próxima vez lo cojo.

Caminaron un rato hasta que llegaron al restaurante en el que trabajaba la novia de Casey, Mia. Bueno, no era exactamente un restaurante, era una cervecería con aires de taberna y hamburguesería. Se trataba de un negocio familiar, por lo que no era raro que la joven trabajase ahí junto con sus padres, su hermano y hermana.

Antes de entrar en el establecimiento para comprobar si Mia había acabado su turno, se preocuparon de tirar el vaso de refresco y el cubo de palomitas en un contenedor. El padre de la joven era un tipo amable ―a pesar de su aspecto tipo ex-presidiario―, pero era reacio a aceptar comida y bebida del exterior.

El cartel que lo exigía en la entrada del local también era lo suficientemente llamativo.

―Jones ―saludó un joven de pelo rubio oscuro semi-rapado, varios mechones de lo alto de su cabeza cayendo por su frente en un salvaje oleaje.

Le dio un fuerte apretón a Casey, acercándole a su cuerpo para abrazarle un instante. Casey le devolvió ese breve abrazo, pero al finalizarlo no tardó en fijarse en la expresión de incomodidad del chaval.

―Oye, Mia se ha tenido que ir. Se ha llevado la perra al veterinario corriendo ―explicó Benji.

―Ay, no. ¿Qué ha pasado? ―se preocupó Arlet.

―Pues que alguien se dejó una caja de bombones por ahí tirada, y Reina se ha dado un atracón. Me ha dicho que luego te llama ―añadió dirigiéndose a Casey.

―Gracias, Benji ―murmuró Casey.

―¿No os quedáis a cenar? ¿Arlet? ―sonrió irónicamente, ladeando la cabeza para llamar la atención de la morena.

Arlet le sonrió también, aunque de una manera ligeramente forzada. Sí, el chico era guapo y simpático, y a lo mejor le daría una oportunidad, pero no teniendo novio. A veces hasta le daba pena poner excusas.

Ojalá pudiera decir por ahí que estaba saliendo con alguien, pero seguiría sin poder demostrarlo.

―Me encantaría, pero ya tenemos planes ―respondió ladeando la cabeza, guardando las manos en los bolsillos de su pantalón. Benji contuvo una risa y asintió.

Antes de salir del local habiéndose despedido del hermano de Mia, Arlet se quedó mirando a otra camarera rubia que llevaba un plato de hamburguesas en cada mano. Estuvo absorta un par de segundos hasta que Casey posó una mano en su hombro para que le siguiera.

tmnt2012, al caer la noche (ES) [acabada y editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora