Cap. 205 Hermano mayor perdido (2)

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-"Ha pasado medio año. ¿Puede ser que Yue Er haya salido de la primavera del espíritu sagrado?"

La luz en los ojos de Xiao Tian Yu se movió ligeramente, no sabía cuánto había mejorado ella al entrenar a puerta cerrada durante medio año, pero sabía que definitivamente no sería malo ...



♦ ♦ ♦



En la montaña Sheng, ninguno pudo apartar la vista de esa persona vestida de blanco. ¿Qué se podría decir? Definitivamente, se veía más extraordinaria que en el pasado, su aspecto impecable se irradiaba ligeramente a la luz del sol. En este momento, había una sonrisa en esa hermosa cara.



-"Nieta, finalmente has salido."


Los ojos del viejo Xiao se iluminaron y se dirigió rápidamente hacia ella.


-"Jeje! No sé cuánto has mejorado en ese medio año de entrenamiento a puerta cerrada."


Mu RuYue sonrió levemente, pero no respondió. Solo ella sabía cuánto había mejorado en ese medio año. Si no hubiera sido por la primavera del espíritu sagrado, sus mejoras no serían tan ...




-"Padre, Yu Er."


Xiao Tian Yu se apresuró a acercarse.

Cuando vio al anciano Xiao y a la señora Sheng Yue aquí, tenía una expresión un poco seria en su hermoso rostro.



-"Algo le ha pasado a Feng Er..."


La sonrisa en el rostro del Viejo Xiao se desvaneció gradualmente.



-"Tian Er, ¿qué pasó? ¿Qué le sucedió a Feng Er?"



La señora Sheng Yue también estaba en shock mientras miraba con temor a Xiao Tian Yu.



-"Algo le había pasado a Feng Er? Con su cultivo, lo que podría haber pasado ... "

-"Alguien vino para anunciarlo."


Xiao Tian Yu respiró hondo.

A pesar de que fue muy difícil para él, él todavía les dijo que Feng Er desapareció. Es incierto si él todavía está vivo o no ...


-"Incierto si él todavía está vivo o no ..."


Esa frase fue como un trueno para la señora Sheng Yue y su cuerpo vaciló un par de veces.


-"¡Yu Er!"


Alarmado, Xiao Tian Yu se apresuró a apoyar el delicado cuerpo de Madam Sheng Yue. Preguntó con preocupación:

-"Yu Er, ¿estás bien?"




La señora Sheng Yue agarró el brazo de Xiao Tian Yu. Con un ligero temblor en su voz, preguntó:

-"Cariño, eso no puede ser la verdad, ¿verdad? ¿Cómo puede ser incierto si Feng Er todavía está vivo o no? ¡Debe ser falso!"

-"Yu Er ..."



A Xiao Tian Yu le dolía el corazón por su amada mujer, pero él no sabía cómo consolarla. Tampoco estaba dispuesto a creer que Feng Er había desaparecido, pero tampoco podía negarlo.


-"¡No! "¡No lo creo!"- Exclamó la señora Sheng Yue.



Las lágrimas corrían por su rostro mientras seguía sacudiendo la cabeza, continuó diciendo:


-"Feng Er debe haber ido a algún lugar solo. Debe ser eso. Definitivamente no iba a desaparecer."


Xiao Tian Yu suspiró.

-"Se encontraron con un peligro antes de que Feng Er desapareciera, por lo que no se sabe si Feng Er está vivo o no."



El agarre en la mano de Xiao Tian Yu se relajó gradualmente. La cara de la señora Sheng Yue, llena de desesperación y tristeza, había palidecido considerablemente hasta que quedó como una hoja blanca y sus labios temblaron ligeramente. Su visión atravesó brutalmente el corazón de Xiao Tian Yu.




-"Voy a hacer un viaje a la ciudad Nan para buscar al hermano mayor."

Dijo Mu RuYue con calma mientras levantaba la cabeza. El corazón de la señora Sheng Yue tembló, apresuradamente empujó a Xiao Tian Yu a un lado y se apresuró a pararse frente a Mu RuYue, agarrando firmemente su hombro.



-"¡No! Yue Er, tienes prohibido ir allí! Algo le ha pasado ya a tu hermano mayor. Nada debe pasarte de nuevo. ¡Definitivamente no te permitiré ir!"




Ahora, ella tenía un miedo que nunca antes había experimentado. Feng Er y Yue Er eran sus dos hijos. Nada debe pasarles a ninguno de ellos. Además, esta pareja de madre e hija ya había estado separada durante casi 16 años. Acababan de reunirse entre sí después de tal dificultad. ¿Cómo podía permitir que su hija se pusiera en riesgo? No quería perderla de nuevo ...



-"Yue Er, no te vayas. Te lo ruego como tu madre. Por favor, no vayas a ese lugar..."










Hechicera entre alquimistas: La Esposa del Rey Fantasma IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora