Aunque podría haberlo resuelto ella misma, todavía estaba extremadamente emocionada cuando vio su regreso.
Después de todo, ella lo reconoció como su esposo.
Ye Wu Chen sonrió y dijo:
-"Mu Er, ¿puedo ayudarte con tu ropa?"
-"No lo necesito. Yo puedo hacerlo."
-"Mu Er, eres mi esposa. Me casé contigo solo para servirte."
Me casé contigo solo para servirte.
No importa cuán fuerte fuera el corazón de Mu RuYue, ella todavía era una niña. No podía permanecer indiferente ante la dulce charla del hombre...
♡♡♡
Un joven estaba en el patio. Su esbelta espalda formó una larga sombra al enfrentarse al sol. Estaba de pie de espaldas a una puerta. El viento soplaba y su cabello ondeaba con él, dándole una atmósfera languideciente pero noble.
¡Crujir!
Cuando el joven escuchó la puerta abrirse, giró la cabeza y sonrió mientras miraba sin pestañear a la chica que venía hacia él.
-"¿Estás fuera? Los he estado esperando durante mucho tiempo."
Cuando Mu RuYue miró a este joven bajo el sol, un sentimiento peculiar surgió de su corazón. Se sentía como si deberían conocerse desde hace mucho tiempo...
-"¡No lo mires!"
Su cintura fue ligeramente abrazada y se escuchó el tono dominante de un hombre.
Ye Wu Chen estaba realmente celoso. Se sintió como si lo hubieran empapado en un frasco de vinagre cuando vio a Mu Er mirando a ese joven con una emoción tan profunda. Todo su cuerpo apestaba a vinagre.
Sin embargo, todo eso se debió a que él confundió los sentimientos complicados de Mu RuYue con sentimientos más profundos...
-"Wu Chen, ¿qué te pasa de nuevo?"
Mu RuYue miró con curiosidad a Ye Wu Chen. Ella frunció el ceño levemente.
'Este tipo volvió a tomar la medicina equivocada hoy .'
-"Si quieres mirar, solo puedes mirarme a mí. De todos modos, no lo mires ".
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Hechicera entre alquimistas: La Esposa del Rey Fantasma II
PertualanganContinuación.-. Capítulo 201-400 Mu RuYue era la sucesora de su familia la cual se dedicaba a la medicina en lo cual era aristocrática en Hua Xia. Después de ser asesinada por su enemigo, reencarnó en el cuerpo de una señorita buena para nada de la...