Cap. 375 El resultado de la 'amante' (4)

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Fu Li lloró y gimió con su voz temblorosa y anciana. Podría hacer que la gente no pueda permanecer inexpresiva.

El decano frunció levemente el ceño mientras le lanzaba una mirada y respondió: 


-"Song Ran de hecho había usado todas sus píldoras de la Etapa Mundana. Había tomado su última píldora para mi gran discípulo. También es un hecho que se rompió la muñeca. Yo personalmente lo vi tropezar con una roca y romperse la muñeca."



La expresión de Fu Li se congeló mientras miraba con asombro al decano, una expresión desagradable en su rostro.

¿Se rompió la muñeca con una roca? ¿No pueden ustedes dos pensar en una mejor razón incluso si quisieran mentir? ¡Esto es demasiado increíble! ¡Claramente estás mintiendo!


Pero Fu Li entendió el resultado.


¡El decano estaba protegiendo a Song Ran!


¿Por qué?



-"Así es, Fu Li ..."



Fu Li volvió a sus sentidos después de escuchar la voz del decano. Rápidamente levantó la cabeza y, con esperanza en sus ojos, preguntó: 


-"Decano, ¿todavía tienes algo que quieras instruir?"



-"Oh, es así."



El decano acarició a la Planta de Plata y respondió sin levantar la cabeza: 


-"Ya que es tu discípula el que tiene la culpa inicialmente, deja este asunto. Tienes prohibido buscar problemas con los discípulos del Salón de Alquimia. Si descubro que lo hiciste, ¡sabrás el resultado!"



Este anciano entró aquí llorando incluso antes de dejar que alguien informara de su llegada. ¡Casi me hace soltar la Hoja de Plata! ¿Quiere que ahora le ayude a lidiar con Superior Yue? ¡En su sueño!



La expresión de Fu Li se puso rígida mientras miraba al decano. Quería reprender, pero al ver la expresión de molestia del otro, se tragó las palabras y se puso de pie aturdido antes de salir de la habitación.


¡Nunca había estado tan perdido en su vida!


Además, ¡todo esto se debía a esa chica!


Una furia que cubrió los cielos surgió en los ojos de Fu Li. No importa qué, Ye Wu Chen era un discípulo de su Salón Marcial. ¡Obligaría a Ye Wu Chen a romper su relación con esa chica a menos que quisiera ser expulsado de la academia!


Los hombres y mujeres de la Región Central eran realistas. Sabían claramente qué elegir si iban a elegir con sus sentimientos o con los beneficios en mente.



♦ ♦ ♦



La noche estaba tranquila como el agua.



Dos figuras se mezclaban constantemente en una cama. Se podía escuchar un jadeo con frecuencia. Finalmente se detuvieron después de mucho tiempo...

Ye Wu Chen volteó su cuerpo sobre la cama y levantó los brazos para abrazar a la niña. El patrón de la trampa del diablo en su hermoso rostro realzaba su encanto y nobleza. Bajó la mirada hacia la chica que estaba empapada en sudor. Él sonrió gentilmente y preguntó: 



-"Mi esposa, ¿por qué siento que estás aún más cansada que yo?"



'¡En serio!'



Mu RuYue lo miró mientras se quejaba.


-"Mi nivel de energía no es tan bueno como el tuyo. Ye Wu Chen, ¿tienes alguna idea sobre lo que dijo Nangong Zi Feng?"



La expresión de Ye Wu Chen se volvió sombría después de escuchar sobre esa mujer. Él sonrió después de un largo tiempo y respondió: 



-"Solo tengo fragmentos de recuerdos de ella, pero no están completos. Pero tengo la sensación de que algún día lo recordaremos todo."



-"En realidad, no hay ninguna diferencia entre el pasado y el ahora. Basta que estés a mi lado. Bien, también está el hijo de nuestro pasado. Había venido a la Región Central a buscarlo."



Mu RuYue luego le dijo a Ye Wu Chen cómo Nangong Zi Feng la amenazó y todos los recuerdos que había visto de ella. La expresión de Ye Wu Chen se oscureció instantáneamente después de escuchar lo que dijo.



-"¡Nangong Zi Feng! Ella se atrevió a amenazarte. Es una suerte que esté muerta. De lo contrario, ella todavía usaría ese asunto para amenazarte tarde o temprano."



Mu RuYue sonrió gentilmente y respondió: 


-"No te preocupes. No dejaré que Zi Feng lastime a nuestro hijo. Del mismo modo, no caeré ante sus amenazas."




Hechicera entre alquimistas: La Esposa del Rey Fantasma IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora