Hechicera entre alquimistas: La Esposa del Rey Fantasma II

Cap. 327 Su boca es bastante sucia (2)

-"Maestro del Salón ... Maestro del Salón..." 

Liu Li miró al hombre con un poco de aprensión antes de levantar su dedo hacia Zi Qian Jing. 

-"Es él. Él es el que hirió a Zang Qing Xue."

El hombre siguió la dirección que ella señaló y su mirada se posó en el hermoso rostro de Zi Qian Jing. Su mirada se volvió sombría y se emitió un rastro de escarcha cuando le preguntó: 

-"¿Tú fuiste el que la lastimó?"

Zi Qian Jing sonrió. 

-"¿Y qué?"

-"Bien. ¡Muy bien!" 

El hombre de mediana edad se rió fríamente. 

"¿No puede ser que no conoces las reglas de la Academia de la Región Central? ¿Quieres pelear? Puedes, pero dentro de la arena de batalla. Aparte de eso, está prohibido luchar. ¡Cualquiera que viole esta regla será expulsado de la academia! Ahora, debes darme una buena razón para lastimarla.

-"¿Razón? Te lo dije anteriormente. Su boca es bastante sucia. ¡Si no fuera porque mi estado de ánimo hoy es genial, la actual ya se habría convertido en un cadáver!"

Zi Qian Jing sonrió lánguidamente, pero la sonrisa no llegó a sus ojos. Los ojos del joven emitieron un aura helada e insensible...

No había nadie aquí que pudiera entrar en sus ojos, excepto Mu RuYue.

-"¡Insolente!" 

La expresión del hombre de mediana edad cambió drásticamente. 

-"¿Qué crees que es este lugar? Un lugar donde puedes correr salvaje? ¿No tienes miedo de que te saque de la academia?"

Las cejas de Zi Qian Jing se alzaron mientras se reía en desaprobación. 

-"¿Solo por ti mismo? ¡No hay nadie en esta Academia de la Región Central que pueda echarme ni hay nadie que pueda insultarla!"

-"Jaja! ¡Que broma!" 

El hombre de mediana edad echó la cabeza hacia atrás y se rió a carcajadas. 

-"Mocoso, ¿no sabes los respaldos de la academia? ¿Cómo puedes decir esas tonterías engreídas? Nuestra Academia de la Región Central solo se ha establecido durante mil años, pero se ha convertido en una facción poderosa en el mundo. Fue Superior Yue quien había construido la academia por sí sola hace mil años. Sus seguidores se hicieron cargo de ella después de su muerte. ¡Aunque la academia no es tan fuerte como lo fue hace mil años después de la desaparición de Superior Yue, todavía no puedes comportarte atrozmente en esta academia!"

Un rastro de intención asesina apareció en los ojos de Zi Qian Jing.

¡A nadie se le permitió usar la reputación de su madre!

-"Maestro del Salón de Alquimia, Mo Li..." 

Zi Qian Jing sonrió fríamente mientras lanzaba una mirada llena de intención asesina al hombre de mediana edad. 

-"Si la academia está llena de personas como usted, entonces la academia es solo promedio. Ella es la persona que quiero proteger y esa mujer la insultó. ¡Si me dieran una segunda oportunidad, no dejaré que nadie la insulte!"

-"Eres un hombre adulto pero aún disputas con una mujer. ¿No crees que es vergonzoso?"

La expresión de Mo Li se volvió pálida mientras comentaba con los dientes apretados.

Zi Qian Jing levantó la mirada y dijo: 

-"¿Mujer? ¿Y qué hay con eso? No importa si es una mujer o un niño pequeño, de manera similar no los dejaré ir."

Su voz era claramente agradable al oído, pero hace que el corazón de la gente palpite levemente de miedo.

Sus palabras fueron como un pesado martillo que golpeó el corazón de Mu RuYue.

Su mirada se volvió desenfocada mientras él miraba la espalda del joven. Tenía cierta similitud con la apariencia de Ye Wu Chen. Esa última frase también fue algo que Ye Wu Chen había dicho antes...

En este momento, sintió como si Ye Wu Chen hubiera aparecido ante ella.

Mu RuYue sacudió la cabeza y suspiró ligeramente. 'Parece que había pasado demasiado tiempo desde que vi a Wu Chen que estoy empezando a extrañar a ese hombre que entró en mi corazón.'

No se sabía dónde estaba Wu Chen ahora...

El corazón de Zang Qing Xue se estremeció vigorosamente mientras miraba atónita la cara hermosa del joven.

El joven parecía no saber cómo tratar a una dama. Aunque no tenía una apariencia hermosa y devastadora, todavía era una niña. Sin embargo, él le había puesto una mano tan fuerte.