Capítulo 11.

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*Capítulo anterior*

Marizza comenzó a reprocharme e insultarme y no sabía como callarla con palabras, así que actúe.

Narra Marizza:

Después de pasar lo que quedaba de la tarde con Manu, que por cierto fué bastante aburrido, somos tan parecidos que no sé si hay tanta química entre nosotros, es como si dos personas usaran el mismo par de anteojos, te aburris. Pero bueno, sacando de tema eso que no es tan importante, me quedé preocupada después de no ver a Pablo en todo el día, es como si desapareciera, fuí a su cuarto a la noche a ver si estaba bien, pero no había nadie, Guido y Tomás estaban jugando al pool, pero Pablo dónde estaba?
Saque cualquier pensamiento absurdo de mi cabeza y me calmé, capaz había ido a su casa. Esperé hasta el otro día preocupada por ver si aparecía, pero en la primer clase no se presentó, y eso me puso más nerviosa aún.
Al comenzar la segunda clase apareció, no me miró, ni siquiera parecía notar mi existencia, estaba raro, como si algo lo perturbara, yo no dejaba de mirarlo, estaba preocupada.
Cuando por fin tocó el timbre, ví que salió rápido del salón así que no tuve mejor opción que seguirlo. Caminaba solo en el Patio central, me acerqué sin saber porqué lo hacía y comencé a preguntarle sobre su ausencia, obviamente me sacó a patadas, no me tenía que importar ni tampoco me incumbia saber qué hizo anoche, pero yo de todas formas necesitaba una explicación, estaba bastante curiosa... Me gritó, yo no iba a dejar que un muñequito de plástico me grite, así que levanté mi voz y comencé a darle un sermón con insultos y gritos como loca, me sorprendió acorralandome contra la pared con mucha fuerza, me tomó la cara sin ningún cuidado y me estampó un beso. Este beso fué muy distinto a los anteriores, no era ni dulce, ni cálido, era un beso lleno de pasión, lleno de necesidad, como si hubiésemos esperado este momento toda nuestra vida.

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Dejándome sin aire y muy confundida me soltó, me miró a los ojos y me dijo muy claro

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Dejándome sin aire y muy confundida me soltó, me miró a los ojos y me dijo muy claro

- Pablo: No te metas más en mi vida Marizza, lo que hago o dejo de hacer es tema mío
- Marizza: *confundida* No me meto más, pero por qué me besaste?
- Pablo: No sabía como callarte, me estabas gritando como loca, qué querías que hiciera? pegarte?

Eterno amor.  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora