Capítulo 36.

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*Capítulo anterior*

Esas palabras me dejaron hecho un tonto. "Yo también te amo Pablo"
Era todo lo que quería escuchar, todo lo que necesitaba para ser felíz.

Nos vestimos por el frío que hacía ya en el baño, ella tenía un pijama negro cortito, le quedaba hermoso. Le llegaba hasta los muslos y se ceñía muy bien a su cuerpo.

Salimos del baño, nos miramos a los ojos, nos despedimos con un "Te veo mañana" y un casto beso en los labios. Era el mejor día de toda mi vida.

Pablo's POV

Después de despedirnos entré a mi habitación con una sonrisa de oreja a oreja, era un estúpido enamorado.

No me percaté de que tenía algunas marcas, rasguños y hasta incluso un pequeño chupón en mi cuello, no sé en qué momento los hizo pero saber que eran de ella, de Marizza, me ponía feliz.

Tenía su aroma impregnado en el cuerpo, el olor a frutillas se sentía a mil kilómetros, aunque sólo hubieron pequeños roces entre nosotros. Me había quedado con un recuerdo de hoy, de nuestros cuerpos pegados.

- Tomás: Al fin salís del baño che

- Guido: Si loco, tres mil años

- Pablo: Bueno paren, necesitaba bañarme

- Guido: Y... Estaba muy linda el agua?

- Tomás: Eh si... Estaba muy caliente no?

Rieron los dos idiotas y yo no sabía porqué, hasta que miraron mi cuello y con sus dedos índices me apuntaron, como si me estuviesen acusando de algún delito.

- Pablo: De qué están hablando?

- Tomás: Que me parece que disfrutaste mucho de la ducha, tanto que hasta tenes marcas

- Guido: Si, a quién te comiste?

- Tomás: Seguro que tremenda minita

- Pablo: No no paren, no se desubiquen. No es ninguna minita y además no hicimos nada.

- Tomás: Dale Pablo, no nos mientas

- Pablo: No estoy mintiendo, me voy a dormir

Y así los dejé, con la duda reflejada en sus rostros, ante las aparentes marcas de mi cuerpo.
Reí por lo bajo al recordar sus caras, pero a los pocos minutos me quedé profundamente dormido, soñando con Marizza, con mi amor.

Marizza's POV

Desperté el lunes a las 6:32am, como siempre. Me puse mi uniforme, peiné mi pelo y fuí a lavarme los dientes.
Cuando ya estaba lista bajé a desayunar con mis amigas, como normalmente hago.

- Luján: Marizza - no respondí, estaba en otra. O en otro mejor dicho. - Marizza, hey - dijo chasqueando sus dedos en frente de mi cara

- Marizza: Eh si, yo creo que esta bien que Luna haga eso

- Luján: De qué hablas?

- Marizza: Cómo? No estábamos hablando de que iba a casarse con Nico?

- Luna: No Marizza, estábamos hablando de Pablo

- Marizza: Ah, y... Qué pasó co-con Pablo?

- Luján: Nada, te estábamos preguntando si lo viste con Sol

- Luna: Si Marizza porque nosotras todavía no los vimos juntos de nuevo y no sé, capaz sabías algo

- Marizza: Ay que sé yo chicas, que se arregle la parejita de muñecos - mentí.

- Luján: Sí, tenes razón.

- Luna: No sé chicas, yo creo que no de gustan en serio

- Luján: Bueno no nos metamos, ya fue. Marizza, vos por qué tenés el cuello lleno de chupones? Ayer no tenías nada

- Marizza: Qué? Chupones? Nada que ver Luján

Mientras mis amigas me llenaban de preguntas sobre los chupones que me hizo Pablo, se acercó alguien a nosotras. Rocco.

- Rocco: Marizza, podemos hablar?

- Marizza: Si, obvio. - Cuando ya estábamos un poco más alejados de todos, le pregunté - Qué pasa?

- Rocco: Nada es que escuché que Pablo dijo que pasó la noche con vos, ya sabes, ustedes solos. Y me pareció que tenías que saberlo, por las dudas - Me quedé helada. ¿Pablo había dicho que tuvimos sexo cuando en realidad no hicimos nada?

- Marizza: Qué? Pero si no hice nada con Pablo

- Rocco: No sé, eso es lo que dijo

- Marizza: Ya me va a escuchar ese tarado. Gracias Rocco.

Y así salí furiosa del bar, estaba enojada y quería ahorcar a Pablo Bustamante. Que poco nos dura el amor, o a lo mejor es que nunca lo hubo, no?
Claro, yo soy la estúpida enamorada y él es el idiota que solamente quiere tener sexo conmigo para después ir a contarles a todos los del colegio, por eso es que se metió en la ducha conmigo.

No sé si lo que siento es bronca o tristeza, tristeza de saber que me volvió a fallar y mentir. Volvió a dejar desilución en mi corazón. Este corazón tan frágil y roto, que creí, se había recuperado gracias a él, a su amor. Pero ahora veo que nunca fué amor, sino que fué calentura, apuestas, planes y mentiras.

Pero ¿Qué me esperaba?

Que fuese todo real. Esperaba esta vez creerle y que todo sea como siempre quise. Él, yo y nuestro gran amor que tal parece, sólo yo lo siento. Fuí una tonta, como acostumbro a ser cuando estoy cerca de él.

Debía encontrarlo y gritarle a los cuatro vientos lo basura que es, lo tan mierda que puede llegar a ser sólo por conseguir lo que a él se le antoja.

Ya había perdido casi todas mis clases por culpa de Pablo. Por pensar en él y en toda la mierda que deja a su paso, destruyendo todo.

Salí a la entrada del colegio y me senté en un banco que había frente a un arbusto. Necesitaba relajarme y pensar bien lo que iba a hacer. Necesitaba vengarme y que Pablo sufra un poco por todo lo que me hizo.

Pero ¿Qué carajo podía hacer?

Fué entonces cuando lo ví, mi plan para arruinar a Bustamante hijo. Simón, mi novio, aunque con cuernos, pero al fin y al cabo mi novio.

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Chicxsss🖤

No me odien, esta peleita es una de tantas, pero prometo que cuando haya Pablizza oficial van a volverse locxs, en serio va a ser épico. O al menos eso espero.

Les mando un beso, gracias por leer y apoyar esta historia. ♥️

Eterno amor.  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora