continuación...
.
.
.
Marizza.
Una vez en el taxi, Pablo me tapó los ojos con alguna venda o algo así, impidiendo ver hacia donde íbamos. Yo estaba nerviosa, mi respiración era lenta y prolongada, mientras mi corazón latía a mil. Sentía como mis manos emanaban una fina capa de sudor, mientras que mis pies se mantenían algo inquietos.
- Pablo: ¿Te sentís bien?
- Marizza: Muy bien. ¿A dónde vamos, amor?
- Pablo: Es sorpresa, ya casi llegamos - Sonreí aunque no podía ver su linda carita.
Unos minutos después sentí como el taxi se detenía y el chófer cobraba sus servicios, que no habían salido nada baratos, a Pablo. Bajamos del taxi con cuidado para que no me caiga, mientras una mano de mi novio estaba en mi cintura y la otra sujetando mi mano derecha, con mi cuerpo algo adelantado al de él. Estaba realmente nerviosa, ni siquiera sabía donde estábamos y tenía un constante miedo a caerme por no ver el piso. Aunque me sentía segura porque Pablo estaba conmigo, y eso me hacía bien.
Sonreí al sentir una suave pero cálida brisa chocar con mi cara, aliviando los nervios que me consumían desde que salimos del hotel. Se escuchaba un ruido extraño pero hermoso; las olas golpeando unas con otras, formando un sonido tranquilo y relajante.
¿Estábamos en la playa?Seguimos caminando por una especie de camino que no parecía de playa, y como no sentía arena que me dificultara caminar con zapatos, comencé a pensar que quizás no estábamos ahí. Pero al oír claramente el mar y sentir esa brisa tan exquisita, era imposible que no estemos ahí, en la playa.
Nos detuvimos en un lugar y mis nervios salieron a flote de nuevo, causando latidos más fuertes y rápidos en mi ya de por si agitado corazón.- Pablo: Llegamos, mi amor.
- Marizza: Ya... ¿ya me puedo sacar la venda?
- Pablo: Sí, esperá que te ayudo
Oí como sus pasos llegaban hasta mi espalda, donde frenó y comenzó a desatar el nudo que hizo hace un rato atrás. El nudo se desató del todo y la venda cayó al piso, dejando mi vista algo nublada por el tiempo en que mis ojos estuvieron cerrados. Los froté, para luego abrirlos. Pero, al ver todo lo que Pablo había preparado para hoy, los abrí mucho más, con una notable expresión de sorpresa en mi cara.
No podía decir nada, estaba completamente pasmada viendo cada detalle de lo que tenía frente a mis ojos.- Pablo: Eh... te... ¿Te gusta? - voltee a verlo
- Marizza: ¿Te digo la verdad o te miento? - dije mirándolo seria.
- Pablo: La v-verdad - tragó saliva
Salté sobre él enrollando mis piernas en su cadera, soltando un chillido de emoción. Realmente se veía tierno así, tan asustado por mi respuesta.
- Marizza: ¡Me encanta, amor!
Con un brazo me sujete de su cuello para no caer, mientras él posicionaba sus manos en mi cintura. Con mi mano libre lo tomé de los cachetes y le parti la boca sin esperar una respuesta. Él reaccionó unos segundos después y correspondió mi beso, intensificando el choque de lenguas al apretar más mi cintura. Me separé lentamente y lo miré a los ojos.
- Marizza: ¿Hiciste todo eso por mi?
- Pablo: Yo haría todo por vos, Marizza - sonreí como tonta
- Marizza: Te amo, te amo tanto
- Pablo: Yo más, mi amor
Me besó, pero nos separamos al cabo de unos segundos. Bajé de su torso y caminamos hasta donde había fijado mi mirada unos minutos antes.
![](https://img.wattpad.com/cover/220243157-288-k268028.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Eterno amor. ©
FanfictionEn proceso. [Prohibida la copia parcial o completa de esta historia] © Ella Méndez.