Capítulo 21.

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*Capítulo anterior*

Sentía como rodaban lágrimas por mi mejilla y con mis manos arrugue el papel haciéndolo pedazos, la había perdido realmente y esto me estaba doliendo más de lo que pensaba, me había dolido más que cualquier otra cosa.

Narra Marizza:

Después de llorar un rato en brazos de mí mamá me alejé y me miró preocupada, no sabía que pasaba por mi cabeza y yo no iba a dejar que lo descubra, es un tema mío y yo me sé manejar sola, si se mete sé que no me la voy a sacar más de encima y eso es lo que menos quiero.
Después de una charla con ella y un sermón para que le cuente que me pasaba, tomé una hoja y un lápiz y comencé a escribir todo lo que le pasaba a mi corazón al pensar en lo que pasó con Pablo, entre lágrimas saladas y palabras dolorosas, decidí que por mi bien debía irme a Italia, esto es lo que le expliqué a él también. Al terminar la carta le pedí a mi mamá que por favor vaya a entregarla a Dunoff y que le informe sobre las faltas que voy a tener por mi viaje a Italia, pero siempre y cuando diga que solamente lo llamamos por teléfono, no quiero que sepan que sigo acá, es mejor que piensen que estoy en el avión o algo.
Preparé una valija más espaciosa y metí ropa para ir a lo de el señor que puso el esperma para que yo exista, me despedí de pepa, la asistente de mi mamá que es más como una tía para mí, tomé mi valija y salí a esperar a mi mamá, unos 10 minutos a la tardar llegó y me llevó al aeropuerto, al momento de despedirnos hizo todo un drama y lloró como loca.
Me dolía irme y tener que pasar tiempo con el viejo ese, pero no me quedaba otra, si me quedaba tenía que ver la cara de Pablo todos los días y llorar no iba a ser una opción frente a él. Dormí todo el viaje, estaba cansada y no tenía fuerzas para llorar.

Me desperté por una voz dulce y conocida para mis oídos que me decía casi en un susurro "Mi amor, desperta que ya llegamos". Abrí mis ojos y me encontré con esos ojos azul cielo que me encantan, mirándome con dulzura y paciencia, pestañe unas cuantas veces para saber si lo que mis ojos veían era una alucinación. Pablo estaba a mi lado en el avión, cómo subió acá? me pregunté, antes de que pueda decirle algo atrapó mi boca con la suya envolviendonos en un beso con necesidad, necesidad de contacto, de amor, de emociones. Enredé su pelo rubio y sedoso entre mis dedos y tiré con suavidad provocando un gemido de sus labios, él me tomaba de la cintura con una mano y con la otra me acariciaba la mejilla.
Desperté al fin, y me dí cuenta desilucionada de que era sólo un sueño, ya habíamos llegado a Milán y debía bajar. Tomé mi equipaje y fuí en busca de el viejo Spirito con la mirada, cuando lo encontré quiso abrazarme, obviamente lo saqué de encima, no lo soporto.

Narra Pablo:

No podía, no podía estar sin ella, de alguna forma u otra debía verla y aclarar las cosas, que me perdone y ser feliz como habíamos sido hasta entonces a pesar de mi mentira.
Soy un cobarde, no fuí capaz de demostrarle mi amor sin mentiras y por eso la perdí, todo sería tan distinto si hubiese hecho todo pero sin el plan de por medio.

Dos semanas, dos semanas habían pasado desde que Marizza se fué, yo me siento mejor conforme pasan los días pero no puedo superarla, traté de salir con otras chicas pero me es imposible, si no es ella no siento lo mismo, es algo que nunca me había pasado, nunca creí que iba a sentirme así por una chica.
Si me decían el primer día de clases que iba a sufrir así por no tener a Marizza a mi lado me hubiese reído por decir tal estupidez, pero ahora, estoy devastado sin su presencia.

Tres semanas desde que se fué y este dolor no se quita, siento como se me hace un nudo en la garganta cuando la nombran, me duele no tenerla. Siento que cada vez está más lejos la posibilidad de tenerla una vez más en mis brazos, hasta comienzo a sospechar que vuelva.

Cuatro semanas desde que se fué y cada vez pierdo más las esperanzas de que me perdone, conocí a una chica nueva, se llama Sol, no es como Marizza, no tiene ni un pelo de ella, su personalidad es aburrida y no tiene marcado lo que quiere, no tiene esa picardía de Marizza ni sus contestaciones, le falta luchar por lo que quiere y tener en cuenta a los demás, es linda pero hueca. Para mi mala suerte es con la única que pude estar más de un día sin poner una excusa para no verla más, tenía que sacarme a Marizza de la cabeza y si no era con esta rubia hueca pero hermosa, no sé con qué iba a ser.

Narra Marizza:

Cuatro semanas, pasaron cuatro semanas desde que estoy con el viejo éste, no lo soporto, lo bueno es que no lo veo casi porque salgo todo el tiempo o estoy encerrada en mi habitación.
No puedo sacarme a Pablo de la cabeza, extraño sus besos, sus caricias, sus palabras hermosas pero sin embargo sin ningún valor real para él, extraño tocarle el pelo, mirar sus ojos, que me diga cuánto me quiere, mintiendo claro. No hay día que no haya pensado en él y en todo lo que pasó, me duele mucho pensar que todo eso tan hermoso que viví hace sólo cuatro semanas, es todo falso, que nada de lo que me dijo era real, que el no siente nada por mí, duele y demasiado debo decir.
Después de llorar y recordar esas cosas con un dolor en el pecho y un nudo en la garganta, me decido, debo volver. No puedo dejar mi vida por Pablo, extraño a Luji y Luna, extraño a Manu y un poquito a Mía aunque no pienso reconocerlo, extraño a Sonia, aunque sea una pesada. Lo extraño a él, pero ya estoy segura de no volver a acercarme, no pienso caer otra vez.
Me decidí a volver a Buenos Aires, le avisé a Spirito de mi decisión y fué a comprarme los pasajes. Volví a llenar mi valija como semanas atrás lo había hecho, pero esta vez con la cantidad de ropa, me compré de todo en este viaje, me prometí cambiar y eso incluye físicamente, vestirme distinto o quizás un poco más arreglada y demostrar que Marizza Pía Spirito no es ninguna tarada.

Son las 06:45am y estamos por despegar, faltan muchísimas horas para llegar y estoy nerviosa, no le avisé a nadie de mi vuelta, quiero sorprender a las chicas y qué mejor que llegar sin previo aviso?

Cómo estará él? Me extrañará?

No Marizza, él nunca te quiso y tenés que afrontarlo, pasar página de una vez por todas.

Eterno amor.  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora