Capítulo 37.

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*Capítulo anterior*

Salí a la entrada del colegio y me senté en un banco que había frente a un arbusto. Necesitaba relajarme y pensar bien lo que iba a hacer. Necesitaba vengarme y que Pablo sufra un poco por todo lo que me hizo.

Pero ¿Qué carajo podía hacer?

Fué entonces cuando lo ví, mi plan para arruinar a Bustamante hijo. Simón, mi novio, aunque con cuernos, pero al fin y al cabo mi novio.

Narrador universal

( Unas horas antes de que Rocco hable con Marizza)

Pablo había decidido no contarles nada a sus amigos sobre lo que pasó con Marizza, ya que éstos serían capaz de divulgarlo por todo el colegio y sabía que a Marizza no le caería bien que todos sepan de el encontronazo en la ducha.

Tomás y Guido no se quedaron satisfechos con el silencio de Pablo. Querían averiguar con que "minita" estuvo tranzando su amigo, por las marcas en su piel blanca era obvio que alguien estuvo con él antes de dormir, por lo que decidieron buscar pistas.
La primer pista fué una hebilla rosa con celeste que tenía Pablo en su mesita de luz, ésta antes no se encontraba allí y eso les llamó la atención. Debían buscar a una chica que use la misma hebilla para descubrir la nueva conquista de el rubio.

Ambos (Tomás y Guido) fueron al bar, buscando a la chica con la hebilla rosa y celeste, y así poder sacar sus dudas.

Al ver a una pelirroja con la hebilla recogiendo un mechón de su pelo, supieron que la nueva conquista de Pablo era Marizza, y viendo su cuello marcado por algunos chupetones, pudieron comprobar que no se equivocaban.

En un abrir y cerrar de ojos comenzaron a hablar e inventar cosas sobre Pablo y Marizza pensando que su amigo estaba loco por curtirse a la chapita del salón, aunque era un loco con suerte ya que Marizza era una pelirroja bajita pero con un cuerpo de infarto y una cara hermosa.

Corrieron los rumores por todo 5to año hasta llegar a los oídos de Rocco, que éste como buen compañero fué a avisarle a Marizza sobre los rumores que podrían afectarle.

Mientras que Pablo por su lado, se la pasó toda la tarde pensando en una sorpresa para su futura novia, el amor de su vida. Pero, lamentablemente se llevó una desilución al ver aquella escena que la pelirroja improviso para vengarse.

Pablo's POV

Estaba saliendo del Élite para ir a comprar unas cosas que necesitaba para sorprender a Marizza y así poder comenzar bien esta vez, junto a ella. Pero me llevé yo la sorpresa al verla con Simón a los besos en un banco frente a la puerta del colegio.

¿Qué hacían juntos?

Deberían estar cortando después de lo de ayer, para que yo pueda estar con Marizza. Pero no. Se están partiendo la boca en mi cara, cuando yo como tonto estaba dispuesto a dejar todo por ella y cortar con Sol, para ser felices al fin, juntos.

Estaba en una lucha interna debatiendo si debía interferir, cortando su escenita para que Marizza me explique, o irme y olvidarme de ella para siempre. Pero lamentablemente para mí es muy difícil sacarla de mi cabeza, por lo que tuve que armarme de valor e ir a pedirle explicaciones frente a el estúpido de su "novio" que flor de cuernos tiene gracias a mí.

Me acerqué a ellos y tomando a Marizza del brazo para levantarla del banco y ponerla a mí lado, comencé a hablar.

- Pablo: Qué haces Marizza?

- Simón: Che nabo, qué te metes? No ves que está conmigo

- Pablo: Ah sí? No me había dado cuenta. Y quién sos vos? - dije en tono burlón

- Simón: El novio, algún problema?

- Pablo: Sos el novio? Uhh... Y no te duelen?

- Simón: Qué?

- Marizza: Nada Simón, quiere joder nada más, vamos - dijo nerviosa, tomando del brazo a ese estúpido.

- Pablo: No, no Marizza. Pero ayer vos no te acordaste de que tenías novio me parece.

- Simón: De qué está hablando?

- Pablo: No sé si sabías, pero ayer tu novia y yo estuvimos en las duchas, juntos. - el muy idiota miró a Marizza pidiendo una explicación coherente, que ésta no podía darle - Qué? No le viste las marcas en el cuello? Son mías. - sonreí maliciosamente.

- Marizza: No Simón, yo te puedo explicar

- Pablo: Mirá Simón, acá podés ver las que ella me dejó - dije, mostrando mi cuello bajo la atenta mirada de Marizza.

- Simón: No me vuelvas a hablar nunca más en tu vida. Sos de cuarta. - miró a Marizza con desprecio y cuando creí que iba a irse, volteó hacia mí y hundió sus nudillos en mi cara, provocando que sangre mi nariz.

- Pablo: Pará, qué te pasa idiota?

Intenté golearlo pero me esquivó y otra vez recibí su golpe, pero esta vez en mi boca, haciendo que ésta sangre y que yo caiga al piso inconsciente. Estúpido Simón.

Desperté en una habitación que conocía lo suficientemente bien. Intenté levantarme de la cama en la que estaba postrado, pero un dolor en mi cabeza no me dejó hacerlo, me sentía mareado y un poco confundido.
También sentía un leve dolor en la boca, pero eso no era tan malo.

Miré con detenimiento las fotos que estaban en las repisas del costado de la cama, no eran muchas, pero dejaban ver la dulce carita de Marizza unos años más pequeña. Era una ternura.

- Marizza: Veo que te despertaste - dijo entrando al cuarto.

- Pablo: Sí, por qué estoy acá?

- Marizza: Porque Simón te golpeó.

- Pablo: Si eso ya lo sé, pero por qué estoy acá, en tu habitación?

- Marizza: Si te llevaba a enfermería iban a llamar a tus papás y no quería, así que te traje acá con ayuda de Luna.

- Pablo: Y se puede saber por qué lo besaste? No íbamos a darnos una oportunidad? No íbamos a ser felices por fin?

- Marizza: Si pero - la interrumpí

- Pablo: Pero nada Marizza, nos habíamos dicho "te amo". Y no sé si para vos eso no significa nada, pero para mí significa todo y vos preferiste ir y tranzarte al idiota de Simón en vez de arriesgarte a ser feliz conmigo.

- Marizza: ME ESTÁ JODIENDO? - dijo gritando. - VOS FUISTE EL QUE LE CONTASTE A TODO EL MUNDO LO QUE PASÓ EN LA DUCHA. Yo te permití acercarte a mí y vos te cagaste en todo. Preferiste ser el galán del colegio y contar como "la figurita difícil" caía a tus pies.

- Pablo: De qué hablas?

- Marizza: Lo sabes muy bien Pablo, fuiste a contarles a tus amiguitos lo que pasó ayer y después corriste a contarle a la persona que se te cruzara como "casi te curtis a la estúpida de Marizza".

- Pablo: De dónde sacaste eso? Yo nunca conté nada. Es más, ayer me preguntaron Tomás y Café que con qué minita estuve por los chupones que me dejaste y no les dije nada, me fuí a dormir.

- Marizza: Ah sí? Porque ellos no dicen lo mismo.

- Pablo: Bueno, vamos a preguntarles entonces.

- Marizza: Bueno, pero apenas confirmen lo que me enteré, te olvidas de mí para siempre. Ya no voy a ser la tarada que te podés levantar cuando de te antoje.

- Pablo: No sos eso, para mí sos mucho más que un levante. Para mí sos mi chica, mi amor, la única que pudo enamorarme. Pero si querés creer eso todo bien. Vamos? - dije, tendiendo mi mano para que vaya conmigo, pero en vez de eso sólo me la quitó y comenzó a caminar en busca de Guido y Tomás.

¿De dónde sacó que yo le dije lo que pasó entre nosotros en las duchas?

No creo que Tomás y Guido sepan lo que hacíamos ayer con Marizza, me preguntaron pero nunca dije nada. Es imposible que sepan lo de nosotros, a menos que alguien nos haya visto.

Eterno amor.  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora