Capítulo 20.

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*Capítulo anterior*

Cuando llegué me limpié las lágrimas lo mejor que pude y puse mi mejor cara, golpeé la puerta y esperé a que me atiendan, ya que yo no tenía llaves, cuando abrió Marta, la mucama, me metí rápido en busca de mi mamá que estaba en la mesa leyendo cuando me vió y al instante cambió su cara a preocupación, era imposible sacarme esa cara que tenía, estaba con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, las lágrimas secas en mis mejillas y pálida.
Corrió hacia mí y me abrazó, sin preguntar nada, sólo eso necesitaba, un abrazo verdadero sin preguntas ni nada.

Narra Pablo:

Después de ver llorar a Marizza me preocupé mucho, parece como si ese beso en su habitación hubiese sido una despedida, y lo era. Había descubierto toda la verdad y yo me quería matar, no quería que todo se terminara y me dolió muchísimo ver como en sus ojos ya no había amor al verme, sino dolor. Debía averiguar como lo supo, arreglar las cosas y ser sincero con ella, no podía perderla, la quería demasiado como para dejarla ir.
Busqué por todos lados a alguien que supiera qué pasó, pero no supe a quien preguntar, hasta que se me acercó Pilar preguntando por Marizza, me pareció raro ya que no eran amigas, pero cuando pregunté por qué quería saber de ella quería matar a golpes a mí amigo, a Tomás

- Pilar: Pablo, hey
- Pablo: Qué pasa?
- Pilar: Dónde está Marizza? Por qué salió corriendo así?
- Pablo: Desde cuando te interesa? y de dónde salió corriendo? no entiendo
- Pilar: No me interesa ella pero la ví tan mal que no sé, quería ayudarla
- Pablo: Ah, no me respondiste lo segundo
- Pilar: Ah sí, digo que se fué corriendo porque cuando habló con tu amigo...
- Pablo: Qué amigo?
- Pilar: Tomás, estaban en el bar hablando y de repente Marizza se largó a llorar gritando que te iba a matar a vos si te veía y se fué, estaba como loca, por eso te pregunto a vos
- Pablo: Segura que escuchaste eso?
- Pilar: Sí Pablo, por qué?
- Pablo: Por nada, gracias

Me fuí corriendo a mi habitación a buscar a Tomás, cuando lo encuentre juro que lo mato, cómo le va a contar a Marizza eso?
Cuando entré encontré a mi amigo de espaldas, giró y al verme se puso ¿alegre?

- Tomás: Pablo, te tengo que contar una, no sabes
- Pablo: Qué? Qué me tenés que contar? Que cortaste a Marizza por mí?

Me hervía la sangre, estaba muy enojado con él y triste porque ella se fué, no podía no sentirme así

- Tomás: Si, pero por qué estás así? No entendés? Ahora vas a poder salir con café y conmigo como antes
- Pablo: No Tomás

Fuí en zancadas hasta donde estaba él y lo tomé de la camisa, arrinconandolo contra la pared, le puse una piña en la mejilla y lo tiré al piso

- Tomás: Pará, qué haces?

Solamente lo miré con bronca, no podía mirarlo de otra forma

- Tomás: No entiendo, es por Marizza? Te fué a joder?
- Pablo: NO TOMÁS, NO
- Tomás: Y entonces?
- Pablo: Que sos un tarado, cómo le vas a decir sobre mi plan?
- Tomás: Y pero no había otra forma de que la cortes, aparte por qué te la agarras conmigo? me diste tremenda paliza
- Pablo: Porque yo la quiero de verdad a Marizza y gracias a vos me odia
- Tomás: En serio la querés? *miró extrañado*
- Pablo: Más que a nada y por tu culpa ya la perdí
- Tomás: Mirá Pablo, por mi culpa no fué
- Pablo: Sí, para qué tenías que abrir la boca?
- Tomás: Vos nunca me dijiste que te importaba, siempre me dijiste que la querías largar, yo que iba a saber?

Me quedé pensando unos segundos, tenía razón, yo fuí el tarado que cago todo, si hubiese sido todo distinto y me hubiese jugado de verdad nada de esto pasaría, ni el plan, ni que cortemos, ni nada. Soy un imbécil con todas las letras y me estaba desquitando con mi mejor amigo al que le mentí al igual que Marizza.

- Pablo: Tenés razón cabezón, perdón por la piña, yo soy el idiota y tengo que arreglar las cosas
- Tomás: Está todo bien pero cómo vas a hacer para que Marizza te perdone?
- Pablo: No sé, me tenés que ayudar
- Tomás: Bueno, menos mal que me tenés a mí eh *sonríe*
- Pablo: Sí *media sonrisa*

Pasé toda la tarde pensando en qué hacer para que Marizza me perdone, no se me ocurría nada, estaba en blanco. Me dispuse a bajar al bar por algo de comida, no comí nada en todo el día y tenía un hambre terrible. Cuando terminé de comprar se acercó Gloria y pidió que todos los alumnos de 3ro se reúnan en el Hall, fuí y el director Dunoff estaba esperándonos.

- Dunoff: Alumnos, los reuní acá por una razón, acaba de llamar Sonia Rey
- Pablo: *interrumpe* Y qué dijo? Es sobre Marizza?
- Dunoff: No me interrumpa alumno Bustamante, y si, es sobre Marizza. La alumna Spirito no va a venir a clases por un mes ya que se irá a Italia con su padre, la alumna decidió no despedirse.
- Pablo, Luján y Luna: Qué? *al unísono*
- Dunoff: Lo que escucharon alumnos, ahora si me permiten tengo una reunión importante. Ah alumno Bustamante, pase por mi despacho antes de irse

Fuí extrañado por la llamada de Dunoff a su despacho, cuando pasamos me entregó un sobre y lo miré confundido

- Dunoff: Es de la alumna Spirito, dijo que se lo entregue cuando lo viera, puede irse

Desesperado corrí a mi habitación y me encerré para leer la carta de Marizza solo.

"Pablo:
Quería decirte que me voy a Italia un mes, necesito despejarme de todo y de todos, sé que no es normal que te envíe una carta, normalmente me vengaria o te cortaría los pomelos, pero no tengo fuerzas para eso. Realmente me lastimó mucho que me hicieras eso, por un momento creí realmente que me querías, te creía cada "te quiero" que me decías y moría por cada beso que me dabas. No quiero mentirte ni fingir que no me importa porque no es así, no soy mentirosa y no puedo ocultar lo que me pasa.
Esta carta no es para recriminarte lo que me hiciste, yo fuí tonta en creerte y pensar que era verdad todo lo que estaba viviendo, ni siquiera sé si me lo hiciste o si yo me lo hice al confiar en un Bustamante, pero eso no va al caso, quería decirte que por favor no vuelvas a acercarte a mí, sé que me odias y que vas a hacer lo imposible por verme mal pero si en el fondo de ese muñequito de plástico hay un poco de el Pablo que me hiciste creer que existía, te pido que no sigas, ya sufrí bastante al enterarme de que era todo mentira y no quiero que te vuelvas a acercar, no quiero verte más.
No pienses que es por vos que me voy a Italia, me voy por mí.
Cuando vuelva va a seguir todo igual, el mismo odio que te tenía va a seguir y esto es solamente una tregua, porque si te tuviera en frente te mataría y te diría las mil y una cosas que tengo para decirte pero estoy tratando de ser civilizada.
Eso es todo.

Te odia, Marizza."

Sentía como rodaban lágrimas por mi mejilla y con mis manos arrugue el papel haciéndolo pedazos, la había perdido realmente y esto me estaba doliendo más de lo que pensaba, me había dolido más que cualquier otra cosa.

Eterno amor.  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora