Capítulo 19.

1.3K 61 10
                                    

*Capítulo anterior*

Pasó una semana, ya casi eran dos meses que estaban de "novios" y si no hacía algo por mi amigo le iba a fallar, fué entonces cuando me dispuse a buscar a Marizza, la encontré, después de tanta búsqueda, en el bar con sus amigas, le tomé el brazo y le pedí que hablara dos minutos conmigo, que era urgente.

- Marizza: *se sienta* Qué pasa Tomás? Por qué tanto apuro?
- Tomás: Tengo que decirte algo de Pablo que capaz no te guste mucho, pero no puedo dejar que mi amigo siga así.
- Marizza: Qué le pasa a Pablo? *preocupada*
- Tomás: Vos le pasas.

Narra Marizza:

Estaba con las chicas comiendo algo en el bar mientras nos reíamos de como había dejado Mía en ridículo a Blas en frente de todos, cuando en eso entra Tomas, el amigo de mi novio, muy apurado y me lleva a otra mesa para hablar

- Marizza: Qué le pasa a Pablo? *preocupada*
- Tomás: Vos le pasas
- Marizza: Yo? qué hice?
- Tomás: Mira Marizza, no sé si es lo mejor que te lo diga yo, pero por un amigo se hace de todo y no, no voy a dejar que él siga así y vos te hagas la llorona por ahí
- Marizza: De qué hablas? No entiendo Tomas, sé claro porque ya me estás cansando
- Tomás: Pablo te quiere dejar
- Marizza: Qué? Nah, vos me estás haciendo una joda, no te metas nene, es entre nosotros la relación *ríe*
- Tomás: No es una joda Marizza, tu relación con Pablo es mentira, él nada más necesitaba que su papá creyera que tenía novia para que lo deje en paz y como estabas vos ahí bueno, pero no lo mates, vos estás media loca y cap-
- Marizza: Ah sí? mirá vos Tomás, decile a tu amigo que no me ve nunca más la cara y que dónde lo veo le corto los pomelos, chau

Me fuí enojada de ahí, no me había enojado con Tomás, me había enojado porque Pablo no tuvo los huevos para decírmelo él de frente, pero eso no es lo peor, él me uso, me usó como un juguete y yo le estaba dando todo mi amor como una tarada, yo le dí toda mi confianza y todo mi amor, algo que nunca le había dado a nadie más que a mis amigas. Tanto me odia para hacerme una cosa así? Qué le hice para que me odie tanto?
Me siento la tarada más grande de todo el colegio, soy una estúpida con todas las letras, como iba a creer que Pablo Bustamante iba a quererme de verdad? Fué todo un juego para él, nada más que eso y yo lo ayudé a lastimarme.
Comenzaron a salir lágrimas de mis ojos que no podían parar, cuando choco con alguien

- Marizza: Idiota, mira por dónde vas

Levanté mi vista y lo ví, la mierda que me había usado y que yo tanto quería

- Pablo: Mi amor, soy yo, qué te pasa? Por qué lloras?
- Marizza: Mi amor? Matate Pablo

Me fuí dejándolo sorprendido ante mi actuar, no debe saber que yo me enteré de toda su mierda.
Subí a mi habitación llorando como tonta y armé una valija, necesitaba irme de acá, no podía ver a Pablo de nuevo.
En eso golpean la puerta y al no oír respuesta de mi parte entra como si nada, me doy vuelta quedando a unos metros de él, miro sus ojos celestes que tanto amo y esa boca que me deja tonta, era Pablo, me quedé helada sin saber que hacer o decir, no podía parar de llorar y él se acercó a mí, bajé mi cabeza con la mirada al piso y él tomó mi mentón para que lo viera a los ojos, me corrió el pelo de la cara y me miró preocupado

- Pablo: Mi amor, decime que te pasa, por qué estás así? Qué son éstas valijas?
- Marizza: Me voy *cortante*
- Pablo: Qué? Por qué???
- Marizza: No te interesa
- Pablo: Por qué estás así conmigo? Estás enojada por algo?
- Marizza: No sé, puede ser que sea porque me mentiste todo este tiempo, no?

Lo miré y él bajó su mirada, estaba nervioso y se veía raro, nunca lo había visto así, pero seguro era otra actuación suya, no iba a caer de nuevo, no ésta vez.

- Pablo: Marizza, yo... yo te puedo explicar
- Marizza: No hay nada que explicar Pablo, andate de acá
- Pablo: Pero amor, por favor escuchame
- Marizza: Amor? Con qué derecho me decís amor? Así se le dice a una persona que querés, que amas, y vos no me querés, me mentiste, jugaste conmigo, todo este tiempo y yo como una idiota te creí
- Pablo: Te juro que yo de verdad te quiero Marizza, por favor perdóname, yo no quise que se dieran así las cosas
- Marizza: Andate, no te quiero ver más, vos y yo no somos nada
- Pablo: Me estás dejando?
- Marizza: Nosotros nunca fuimos nada, tendrías que saberlo ya que vos mentiste
- Pablo: Nunca mentí con quererte mi amor, te lo juro, por favor no te vayas
- Marizza: Andate Pablo, no te quiero escuchar
- Pablo: Dame una oportunidad, te prometo que voy a ser distinto, te voy a demostrar cuanto te quiero
- Marizza: Vos no me querés, vos me odias, no sé que te hice pero andate ya porque te saco a patadas y no es joda
- Pablo: No, vos me tenés que creer, yo te quiero

Se acercó demasiado rápido y me besó, sin darme tiempo a correr mi cara, al principio no reaccioné y me quedé estática pero después de unos segundos seguí nuestro beso que se estaba volviendo intenso, pero nada de esto era real, él me mintió y solamente me quiere para reírse de mí.
Lo aparté y con lágrimas en los ojos y una cada muy seria lo miré

- Pablo: Eso significa que me perdonas?
- Marizza: Eso significa que ya se terminó todo lo que nunca existió, fué el último beso, tan irreal como los otros, andate

Ví como su cara cambió de ¿emoción?, podría decirse, a desilución, me miró por última vez y me dijo "Nunca olvides que yo te quiero con todo lo que soy" y se fué, dejándome peor de lo que estaba, con mis lágrimas que inundaban mi habitación y un silencio que me atormentaba.
Me fuí dejando una nota a las chicas diciendo que me iba de viaje por unos días, me tomé un taxi y fui a lo de mi mamá, me escapé del colegio porque no tenía un permiso firmado.
Cuando llegué me limpié las lágrimas lo mejor que pude y puse mi mejor cara, golpeé la puerta y esperé a que me atiendan, ya que yo no tenía llaves, cuando abrió Marta, la mucama, me metí rápido en busca de mi mamá que estaba en la mesa leyendo cuando me vió y al instante cambió su cara a preocupación, era imposible sacarme esa cara que tenía, estaba con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, las lágrimas secas en mis mejillas y pálida.
Corrió hacia mí y me abrazó, sin preguntar nada, sólo eso necesitaba, un abrazo verdadero sin preguntas ni nada.

Eterno amor.  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora