Capítulo 58.

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continuación...

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Pablo.

Ella seguía besándome sin ser consciente del efecto que causaba en mí, me estaba matando. Trataba de controlarme con todas mis fuerzas para no tener una erección, pero era totalmente imposible frenar la necesidad que tenía mi cuerpo de sentir a Marizza.

Me fuí lo más rápido que pude al baño y abrí la ducha, mientras esperaba que mi pija baje pero eso no era posible, ya estaba con la sangre totalmente ahí abajo.
Entré a la ducha y recurrí a lo único que podía calmar mi erección en estos momentos, la paja. Como siempre. Eso era lo único que podía hacer ya que con Marizza no tenía relaciones y yo tenía necesidades, además ella todo el tiempo causaba revoluciones hormonales en mí y eso me ponía en una situación bastante apretada de pantalones.

Al terminar de bañarme salí con una toalla amarrada a mi cintura y el pelo mojado que dejaba caer gotas por todo mi cuerpo. Busqué un bóxer y un pantalón para no incomodar a Marizza a la hora de dormir juntos.
Me vestí y me acosté a su lado, mientras ella tenía la vista fija en la televisión. Estaban pasando un canal de música y se veía una banda bastante buena tocando.

- Marizza: Sería buenísimo - dijo casi en un susurro

- Pablo: ¿El qué? - pregunté confundido

- Marizza: Eso - volteó a verme - Una banda

- Pablo: Si, tocan bien

- Marizza: No no. Digo que estaría buenísimo tener una banda, nosotros. No?

- Pablo: Mi amor, nosotros seríamos un dúo - reí

- Marizza: Ya sé tarado, me refiero a nosotros, Manu y Mía.

- Pablo: Nunca lo había pensado

Comencé a imaginarnos en un escenario, cantando los cuatro en sintonía, con la gente aplaudiendo y gritando nuestros nombres.
"Pablo. Pablo. Pablo" se escuchaban los gritos.

- Marizza: Pablo. Pablo te estoy hablando

- Pablo: Si perdón, estaba imaginando como sería

- Marizza: Yo una vez soñé que estábamos cantando los cuatro, era hermoso. Podríamos probar cantar alguna canción, no?

- Pablo: Podemos ir a un karaoke y ver como cantamos. Estaría bueno compartir algo con ustedes - sonreí

- Marizza: Sí, me encantaría. La música es algo, no sé, único.

Algo que amo de Marizza es eso. Ella ama la música tanto como yo, la disfruta al máximo y siente una increíble conexión al oír música. Es algo increíble tener la misma pasión que mi novia, compartir un amor único por algo así.
Nunca la escuché cantar a Marizza ni nada parecido, pero sabía que el día que pueda escucharla me iba a encantar.

- Pablo: Mi amor

- Marizza: Sí?

- Pablo: Me gustaría escucharte cantar

- Marizza: Pero... No sé

- Pablo: Por favor - le suplique con mis dos manos juntas - Un poquito

- Marizza: Bueno, pero porque sos vos nada más - sonrió - Mmm te voy a cantar... - dijo con cara pensativa - ya sé - gritó emocionada mientras se levantaba

Sonreí.

Ella buscó entre sus cosas y volvió a la cama con un cuaderno entre sus manos.

- Marizza:
Como siempre pienso en ti
Y me quedo esperando que llegue
Tu llamado
Tu sonrisa vuelve a mí
Y me trae la noche lo que tanto he deseado.
Y al sur
De mi corazón estás
Si te digo la verdad
No quiero estar sin tí un momento.
Por ti, por ti
Yo daría el mundo entero por ti
Por ti, por ti
Buscaría el corazón que perdí
Por ti, por ti
Me hago fuerte para verte feliz
Por ti, por ti
Todo lo hago por ti...

Eterno amor.  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora