*Capítulo anterior*
Estaba en mi cuarto cuando entró Tomás, no perdí más tiempo y le conté todo mi plan sobre mi viejo y Marizza, se rió por la situación en la que me metí el muy tarado y me dijo que la tengo que dejar, así queda más natural. No me pareció mala idea, pero por alguna extraña razón no quería hacerlo, no quería dejar a Marizza.
Narro yo:
Marizza y Pablo estaban felices juntos, aunque Pablo trataba de convencerse de qué solamente era parte de su plan, en el fondo estaba muerto de amor por Marizza, ella ya no lo ocultaba y reconocía que quería a Pablo con todo su corazón.
Pasaban tardes hermosas juntos, miraban películas, comían juntos, salían a pasear, se daban miles de besos, pero trataban de hacerlo en secreto. Ya todos se daban cuenta, como no peleaban ni se intultaban más, sospechaban que algo pasaba entre ellos.Era sábado, Marizza y Pablo habían arreglado ir a comer juntos y después ir a un boliche con algunos amigos de ellos, entre ellos estaban Manuel y Mía (De a poco Mía se empezó a acercar más a Marizza y fueron llevándose mejor, con Manuel todavía no se habían besado ni nada, pero era lo que más deseaban), Luna, Nico, Luján, Marcos y alguno que otro más.
Narra Marizza:
Hoy salíamos con Pablo, me dijo que me prepare y que baje a la entrada del colegio a las 20:00hs, no me dió ninguna respuesta cuando le pregunté a dónde íbamos a ir y algunas cosas más.
Me bañé, me pasé crema por mis piernas depiladas, me vestí, me puse mi perfume favorito en el cuello y un poco en mi ropa.Quería ponerme algo lindo para Pablo, así que me puse un conjunto de ropa interior de encaje negro, encima de eso me puse un conjunto negro, era un microtop y una pollera bastante corta pero linda, con unos zapatos negros no tan altos. No era algo que yo me pusiera, pero quería estar bien vestida.
Cuando bajé me llevé una gran sorpresa al ver a Pablo vestido con un jean azul oscuro y una remera negra que lo hacía ver más lindo de lo que ya es, estaba para comérselo a besos. Tenía un ramo de flores y un osito de peluche de tamaño mediano, nunca me habían gustado esas cosas y veía con nauseas a las parejas empalagosas, hasta que lo conocí a Pablo. Verlo con esos regalos y todo arreglado solamente para salir conmigo me dió una felicidad inmensa, corrí a abrazarlo y salté sobre él cruzando mis piernas en su torso, lo llené de besos por toda la cara. Sí, estaba loca por Pablo Bustamante.
Salimos y tomamos un taxi, al llegar miré el lugar, parecía un restaurante gigante y muy caro- Marizza: Don chetuli, no me habrás traído a comer a esos lugares caretas que te sirven migas con gotitas de salsa, no?
- Pablo: No *ríe* no seas tonta y entremos, te va a encantar *beso*Cuando entramos ví que no me equivocaba, era un lugar de caretas pero era lindo, servían comidas buenísimas y eso me gustó más. Pablo pidió pastas con salsa para los dos, ya sabe que amo las pastas, después de un rato trajo la comida el mozo que no paraba de sonreír nervioso, se ve que pensó que con Pablo éramos amigos y se me acercó un poco
- Mozo: Hola, ee... perdón por mi comportamiento pero, no te gustaría un día de estos salir conmigo? digo si querés nada más *sonrió tímidamente*
Pablo lo fulminó con la mirada mientras yo aguantaba la risa por su reacción, estaba por decirle a el chico que yo ya tenía novio cuando alguien decidió interrumpir
- Pablo: Mirá campeón, no va a poder ser porque ella es MI novia *remarcando el mi*
- Mozo: Ah bueno igual yo le estaba preguntando a ella, entonces qué decís bonita?Decidí pararle el carro a este desubicado y ponerlo en su lugar antes que Pablo lo ahorque con sus manos
- Marizza: No lo escuchaste? Soy su novia, no necesito de otro hombre sabes? chau ya te podrías ir yendo
El mozo me miró sorprendido por mi respuesta y se fue apenado y nervioso, me dió un poco de cosa pero por como le había dicho a mi novio no le pedí perdón ni mostré nada de lástima hacia él
- Pablo: Ese tarado quién se cree?
- Marizza: Bueno ya está mi amor, ya lo saqué a pasear no te preocupes
- Pablo: No pero es que... Pará, me... me dijiste "mi amor" ?
- Marizza: Sí, tiene algo de malo? *sonriendo*
- Pablo: *sonríe como tonto* No, me encanta, es que como todavía no me habías dicho así me sorprendió
- Marizza: Bueno acostumbrate entonces mi amor, de mí no te salvasLe dije, yendo a su lugar para sentarme en sus piernas y darle un beso dulce pero corto, ya que estábamos ante mucha gente.
Él me miró fijamente a los ojos mientras acomodaba un mechón de pelo detrás de mi oreja- Pablo: Sos un amor, sos mí amor, te quiero Marizza
Parecía muy serio, como si todo lo que me dijo saliera muy de adentro de su corazón, eso me volvía loca, me hacía quererlo más porque parecía sincero, yo sentía que me quería en serio tanto como yo a él.
- Marizza: Te quiero Pablo
Fué lo último que dije antes de darle un tierno beso a mi hermoso novio.
Terminamos de comer rápidamente porque ya se estaba haciendo tarde para ir al boliche con nuestros amigos, él pagó y salimos del restaurante para tomar un taxi.Narra Pablo:
Era el mejor día desde que estoy en este colegio, Marizza por fin me había dicho "mi amor" sé que es una boludez pero lo que causan esas palabras en mí si viene de su boca es algo indescriptible, me encanta, cada día que pasa me voy dando cuenta de lo mucho que me gusta Marizza, ya no es un "plan" para mí, es mucho más que eso, ahora puedo decir que realmente sé lo que es querer a alguien. Pasamos muy poco tiempo de novios, pero lo poco que estuvimos ella me enseñó lo que es el amor, me enseñó cosas que nunca había querido entender, me enseñó lo que es querer realmente a alguien, cosa que nunca había sentido por nadie, ni siquiera por Vico aunque yo creía que así era. Marizza me hacía feliz y yo no quería que esto se acabe por nada del mundo, junto a ella era mi yo verdadero, sin caretas, sin nada, era yo y ella me quería a pesar de mis defectos, es lo mejor que me pasó hasta ahora.
Era sábado y habíamos salido con mi hermosa novia a comer, para después ir a un boliche con unos amigos. En la comida la pasamos genial, lástima por un ataque de celos que tuve cuando un tarado le tiró onda a Marizza, pero ella logró sacarme esos pensamientos de la cabeza con sus besos que tanto me gustan.
Fuimos al boliche y al llegar noté unas miradas muy descaradas de otros chicos a mí novia, estaba hermosa con ese top y esa pollerita que me enloquecía, cómo no iban a mirarla? Si es la chica más hermosa de todo el mundo, me molestó demasiado que la miren igual, aunque sé que ella es sólo mía y de nadie más.
Entramos con las manos entrelazadas al boliche y decidimos buscar a nuestros amigos, cuando por fin los encontramos fuimos a la barra por algo para tomar, no queríamos terminar muy mal por el alcohol así que tomamos algo tranqui, dos daikiris.
Un rato después estábamos bailando en el medio del boliche, Marizza dió una vuelta lenta moviendo sus caderas en círculos, dejándome con la boca abierta, cuando terminó de dar su vueltita la tomé con fuerza de sus caderas sin lastimarla y la pegué a mí, quedando a pocos centímetros de su cara, la tomé de su cintura y empezamos a bailar como si estuviesen tocando un lento, cuando en realidad esa música no tenía nada que ver, pero yo quería compartir un momento romántico con ella a pesar del ambiente.
Ya era tarde y teníamos que volver al colegio, al llegar me despedí de ella con un "Hasta mañana mi amor" al igual que ella, y un beso corto que me suplicaba seguir, lamentablemente no podíamos porque ya era muy tarde y debíamos dormir. Cuando me acosté pensé en todo lo ocurrido esa noche con una sonrisa en mi cara, estaba muerto por Marizza y ya no podía negarlo.
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Eterno amor. ©
FanficEn proceso. [Prohibida la copia parcial o completa de esta historia] © Ella Méndez.