CANTO V| UTOPÍA.

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Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.

Cuando escribo percibo una utopía, pero vuelvo a la realidad y me golpea esta maldita distopia, la mente del ser humano suele ser una inopia, es por eso que con el universo siento empatía, es como si me brindase conocimiento a través de telepatía.

Habitación desolada, mente consternada, mirada perturbada, plasmó lo que siento en esa empolvada y arrugada hoja, suelen decir que la vida es una paradoja, y que el conocimiento en lo más profundo de tu mente se aloja, el mundo es un circo y nosotros somos los que caminamos por la cuerda floja.

Me gusta observar y caminar por el espeluznante bosque y la escalofriante catarata roja, el conocimiento de tu órbita te despoja, el corazón es un jardín de sentimientos, pero en ocasiones la espina del odio lo deshoja, haciéndolo las veces que se le antoja, pero así es la vida sufrida y a las profundidades te arroja.

Cuando escribo no busco tu atención, mucho menos tu aceptación, solamente busco un poco de comprensión, la vida me parece una ilusión óptica, escribiendo abrí un portal hacia otra dimensión, o quizás solamente sea mi imaginación, esto es filosofía y poesía en su máxima expresión.

Estoy en modo de levitación, de bifurcación, a cambiado mi fracción, mi expresión, me es difícil sentir un poco de entusiasmo, un poco de emoción, disculpen mi pleonasmo, por las noches recorro las villas del tren de cada estación, escribiendo suelto orgasmos, y pierdo la noción, del tiempo.

Viajo hacia el espacio, soy un astronauta, haciendo una investigación, los alienígenas existen, solo que para el ser humano es demasiada información, yo utilizo la teletransportación, solamente con mi imaginación, provengo de Saturno, pero viaje a Júpiter y a Neptuno, soy un extraterrestre, salido del aérea 51.

El mundo consumido por la monotonía, tantos sentimientos de calcomanía, deja esa manía y recuerda el amor que tu corazón tenía, pero quizás en esa madrugada fría, el odio lo consumía, las lágrimas que contenía fueron su única compañía en esa gélida mañana donde todo oscurecía, de amor carecía pero nadie lo comprendía.

Él era un amante de la psicología y la astronomía, ella de la astrología y de la ufología, por ende, su amor no pudo estar en sintonía, le preocupaba que a las personas no les importara su salud y se preocuparan más por su economía, creía en la monogamia, ella obstinadamente defendía la poligamia, cada frase que salía de su boca era una tontería pues no leía, mientras él recitaba poesía, por los poros derramaba filosofía.

Cuando escribo percibo una utopía, pero vuelvo a la realidad y me golpea esta maldita distopia, la mente del ser humano suele ser una inopia, es por eso que con el universo, siento empatía, es como si me brindase conocimiento a través de telepatía.

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