CANTO VII| HIPOCONDRÍA.

75 13 2
                                    

Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.

Habitamos en un mundo donde reina la hipocresía, el niño iba creciendo y viendo cómo su mundo tierno se desvanecía, siempre escribía lo que por dentro sentía, el talento le sobraba, pero de amor carecía, si su contenido reconocimiento obtenía la vanidad lo vencía.

Tenía un pensamiento negativo que lo enloquecía, viendo cómo todo su panorama se oscurecía, no juzgues por la portada, no sabes el ambiente en el que el chico crecía, no dormía, noches enteras en las que llorando amanecía, escucha su voz y notarás el dolor y la melancolía, agonizando en la agonía, vivir para morir qué ironía.

De escribir tiene la manía, cuando escribe con el universo se siente en sintonía, por eso reitera la verdad y a Dios le agradecía, a esa divina deidad, por haberle otorgado el talento de escribir poesía y haber calmado su tempestad, en su habitación reina la soledad, donde su mente con serenidad deslumbra filosofía, todo indica que la madurez no depende de la edad. Todos ignoran su talento y no comprenden sus frases porque son como clases de astronomía o de trigonometría, una pluma y una libreta son su mejor compañía.

Su mundo blanco de nubes negras se teñía, su sonrisa refleja dolor y no alegría, el mundo te señala con alevosía, pero no obtienen nada y solamente su mente se vacía, son como ratas en alcantarilla. Y quién diría que un día, un poeta lúgubre de la oscuridad nacería y filosóficamente te cantaría, que la verdad te reiteraría, de la ignorancia te sacaría, que con una de sus frases te enamoraría, que el momento conmemoraría.

Nunca antes imaginaria que volver a escribirte podría, te esperé durante meses mientras mi corazón se pudría, no sentías nada por mí, hacía tu imagen sólo sentías egolatría, escribirte lo que siento me nutría.

Ya no soy el mismo y un cambio tan drástico quién no notaría, me pregunto si de mi guía espiritual, alguien se percataría. Pensé en dejar de escribir, pero es que la ignorancia el cerebro me carcomía como si fuese una lobotomía. Escucho música pero primero analizo el contenido lirical, no soy de los que suelen escuchar cualquier tontería, la gente se conforma con cualquier porquería.

Cuando muera, literatos, poetas y filósofos estudiarían mi poesía y verán que estaba repleta de filosofía y dirán que no fui reconocido en vida porque la gente poseía un coeficiente deficiente, y por lo tanto, no me entendía, reconocerán que fui un genio, aunque nadie me leía.

Rechacé la escritura comercial y la lectura superficial, ahora con mi literatura intelectual intento indagar más en el campo de la sabiduría. Bienvenido a mi hipocondría.

Bienvenido a mi hipocondría. Soy escritor nunca podrías entender mi psicología.

EL ARTE DE LAS MUSAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora