Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.—Soy un lector y me interesa saber cómo es la vida de un escritor.
—¿Te interesa conocer la vida de un perdedor? Adelante, toma asiento, por favor.
—Un debate literario resulta seductor, comencemos profesor.
—De lectores soy el adjudicador, pues se sienten más que el escritor por su narcisismo ensordecedor.
—¿Dice que el escritor es lo mejor y el lector lo peor?
—El escritor tiene mil veces más valor, pues de mundos y personajes ficticios es el creador, mientras que el lector no es más que un simple espectador.
—Yo como seguidor reconozco la genialidad del autor, lo digo con franqueza y no sólo como un admirador.
—El que lo admitas me parece un honor. El apoyo de un amigo o demás personas conocidas siempre será un motor inspirador para un artista o escritor que en el fondo no es más que un perdedor.
—No entiendo, ¿si se considera un perdedor por qué sigue escribiendo?
—Lo digo eufórico y aunque parezca irónico es lo único que me hace estar pletórico y armónico. Sé que eres un adepto, pero no busco fama busco reconocimiento, ¿entiendes o te explico el concepto?
—Explique para que esa cuestión ya no me mortifique y para que nadie más lo critique.
—La fama es algo material, una cosa grupal, el reconocimiento es una adulación más personal, se alaba el coeficiente intelectual. Mejor déjame explicarte, en la fama se adula a tu persona, en el reconocimiento solamente a tu arte.
—¿Es un fracasado y es lo que lo tiene enajenado?
—No estoy enojado, sólo cansado de como escritor no ser valorado.
—Haga consciencia, se cree una eminencia.
—Y soy un buen escritor por excelencia.
—Si fuese así no tuviese competencia.
—Lo que embellece mi arte es la elocuencia, es lo que del resto de escritores se diferencia.
—¿Ese es su argumento? Yo creí que diría que tenía talento.
—No tengo talento, lo que tengo es pasión por mi vocación y lo sé porque en más de una ocasión dije que dejaría de escribir y siempre termino escribiendo porque anido miles de historias dentro de mi imaginación.
—Tal vez escribe por obligación.
—Esa es una sucia equivocación.
—Algunos lo consideran mediocre por escribir novelas en un mes, ¿cuál sería su contestación?
—Me causa estrés esa consideración, ellos no creen que si escribo rápido es porque tengo una mayor dedicación y hasta no haber escrito un capítulo diario no salgo de mi habitación.
—No quiero utilizar la psicología a la inversa, pero, ¿los escritores necesitan más de los lectores o viceversa?
—Los lectores necesitan más de los escritores, pues éstos últimos si no tienen publico pueden seguir escribiendo libros para ellos y leerlos, pero el lector se quedaría sin historias, pues no posee dicho talento para la escritura, por eso el escritor es el más importante en el mundo de la literatura.
—No puedo refutarlo y me queda aceptarlo, pues soy un simple lector y no sé escribir, lo tengo que admitir.
—No importa lo valorado que seamos los escritores, siempre seremos unos perdedores.
—Entiendo, es como en las películas, se les da más valor a los directores y actores que a los mismos escritores quienes realmente fueron los creadores.
—¿Qué sería el mundo de los perdedores de los lectores si el día de mañana dejasen de existir los escritores? No habrían películas, libros ni revistas, así que dejen de ser tan egoístas.
—¿Y qué si sucediese lo inverso y los lectores desapareciéramos de la faz del universo?
—Para tergiversarlo admito tu esfuerzo, pero eso no sería posible, pues los escritores intrisencamente son lectores y continuarían leyendo sus versos. Es la ventaja del escritor que tiene talento para escribir y leer y si nadie lo lee se lee a sí mismo, aunque parezca narcisismo. Mientras que el lector depende de un creador, por lo tanto no podría hacer lo mismo.
—Su argumento no estoy entendiendo, aunque atención a su discurso le estoy poniendo.
—Los escritores se leerían a sí mismos, por lo tanto, los lectores seguirían existiendo, pero si los escritores dejasen de existir toda obra artística se terminaría desvaneciendo.
—Los escritores se pueden extinguir, excepto los lectores, ¿es lo qué está diciendo? ¿Es cierto y no sólo se está luciendo?
—Es la verdad y de mi genialidad no estoy presumiendo.
—Parece un escritor suicida y triste al que la desidia estuviese consumiendo.
—Todos somos escritores suicidas y fracasados que terminamos suicidándonos, y lo más irónico es que al morir como los mejores escritores terminan recordándonos, mientras que sí seguimos con vida terminan olvidándonos.
—Déjeme ver si acierto, desea fama y si no la consigue dejará de escribir, ¿no es cierto?
—Sea famoso o no mi destino no revierto, escribiendo me divierto, y no dejaría de hacerlo aunque mi publico fuese un cactus en el desierto.
—Cambiando de tema, ¿qué opina de los relatos y poemas?
—Que los escritores novatos son un problema, porque son ingenuos y tienden a darle más valor a las novelas que a los poemas y cuentos, piensan que porque los relatos son más breves los escritores no tienen talento, pero incluso una novelista ya defendió al cuentista con un gran argumento.
—Entonces ¿los cuentistas y novelistas merecen un monumento?
—Esperemos lo obtengan en algún momento.
—Disculpe por criticarlo, muchos lo critican cuando realmente sólo quisieran imitarlo.
—No quisiera gritarlo, pero yo tengo talento para escribir, ellos tienen talento para ignorarlo. Y hagan lo que hagan mi trabajo no podrán copiarlo.
—Probablemente termine enajenado, pero, ¿quién es superior, el que crea o el que percibe lo creado?
—Es mil veces superior el que crea, aunque después de esto la gente seguramente ya no me lea, como sea, mi talento es una montaña, no lo hunde una marea. Así que reitero que los escritores somos superiores, los lectores son inferiores; nosotros somos creadores, ellos simples espectadores.
—Bueno, terminemos este debate, yo establezco que los lectores y escritores para la literatura son igual de importantes, así que es un empate.
—Permite ser reiterativo y deja que mi argumento te relate. El escritor es creador, el lector espectador, jaque mate.
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EL ARTE DE LAS MUSAS
PoetryLibro musical tripartito con cantos en verso al estilo de la Divina Comedia, inspirado por tres musas, una amatoria, una filosófica y una lúgubre. Es decir, que encontrarán canciones de amor, filosofía y oscuridad, algunas de una voluminosa extensió...