EL ARTE DE LAS MUSAS

CANTO XLIII| AUTOPSIA DE UN HOMBRE VIVO.

Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.

¿Por qué este teorema matemático no resuelvo? ¿Por qué arrastrándome a esta tumba siempre vuelvo? En lugar de resolver este problema en su mortaja putrefacta más me envuelvo, haciendo esto mi cuerpo y mi cerebro en ácido disuelvo.

¿Por qué de mi error no aprendo? Creí que era más inteligente y rápidamente podía dejarlo, honestamente no lo comprendo, cambiaré o me suicidaré, porque seguir así toda la vida no pretendo, disculpa si con mis acciones y sinceras confesiones te ofendo. ¿Por qué mi felicidad tan barato vendo? La gente banaliza las enfermedades mentales llamándose a sí mismos esquizofrénicos cuando deberían llamarse estúpidos, por las ramas no me estoy yendo, déjenme decirles que experimentar esas situaciones de alucinaciones y depresiones no sería nada estupendo.

Estoy viendo que mi endeble cuerpo en un barril de ácido se está deshaciendo, ¿con mi vida qué diablos estoy haciendo? Hago algo impulsado por la pasión y un minuto después de hacerlo me estoy arrepintiendo, la conciencia como un gusano de tumba el cerebro me está carcomiendo, soy escritor; ayuda mudamente estoy pidiendo, no puedo dejar de hacer esto y me estoy afligiendo, dime dónde está la salida y hacia ella me verás corriendo.

Por cierto, odio que mi oído se tape cada día y perder la audición completamente estoy temiendo, las caries son vampíricas sanguijuelas y mis dientes siguen sangrando, es por eso que nunca me ven sonriendo, los brotes de dermatitis continúan apareciendo —temo tener que volver al dermatólogo; me da más miedo visitar a un otorrinolaringólogo y a un odontólogo que a un medico forense o a un psicólogo— es verdad todo lo que me está sucediendo, no gano absolutamente nada con un malestar estar fingiendo.

Detesto el insomnio pero tampoco quiero estar más tiempo durmiendo, porque últimamente sueños desagradables y vomitivos estoy teniendo, de describirlos oralmente me estoy conteniendo, ¡maldita sea! ¿En qué demonios me estoy convirtiendo? Mi cuerpo está congelado y mi cabeza enferma está hirviendo, órdenes de hacer de nuevo lo que no quiero de mi cerebro estoy recibiendo.

El psicólogo no entiende que conmigo mismo estoy jugando escondite y de mí tengo que estarme escondiendo, quizá esté enloqueciendo o simplemente poderes psíquicos esté adquiriendo; el psiquiatra al leer este descabellado manuscrito se está riendo, mientras yo psicológicamente estoy muriendo, la compañía de alguien evita que me haga daño, es como si de yo mismo me estuviera protegiendo.

Dicen que estoy más pálido y escuálido, tengo piel de muerto, en la morgue me estoy pudriendo, visto de negro, el tanatopractor interno fúnebremente me está vistiendo, siempre que esporádicamente consumo esa porquería de pornografía —me avergüenzo de lo que estoy diciendo, pero honesto con el folio estoy siendo— a mí mismo me estoy ofendiendo, esa denigrante acción intelectualmente me está desvaneciendo.

Y ya que confesional me estoy poniendo en esta aciaga canción que estoy componiendo, confieso que estuve algunos años consumiendo marihuana, pero afortunadamente dejé ese vicio porque en un nuevo circulo vicioso me estaba perdiendo. Desarrollé homofobia por ese asqueroso e irrespetuoso homosexual por el que verbalmente fui acosado, desarrollé una especie de paranoia desde que por el numeroso grupo de terroristas fui amenazado y en el momento que me apuntaron con armas a la cabeza mi vida pasar ante mis ojos estaba viendo y mentalmente del mundo me estaba despidiendo.

Ya no quiero vomitarle más palabras a la hoja porque recordar mi pasado me está doliendo, mi barco y mi puerto se está hundiendo, a la oscuridad de ese abismo me estoy sumergiendo. Siento que en vida experimento una autopsia, porque es como si con un escalpelo me cortaran la piel y el pelo y mi cerebro quirúrgicamente estuvieran abriendo y lo estuvieran extrayendo y posteriormente en un frasco de vidrio anonadadamente en un museo o en una biblioteca lo estuviesen exhibiendo y los espectadores y los lectores mis líneas cerebrales estuviesen leyendo, en las noches pasos en la habitación vacía de arriba sigo oyendo.

Ayuda clínica de un profesional no estoy recibiendo, de hecho, hasta mi familia mi compañía está evadiendo, he ahí la razón del por qué entre estas cuatro paredes blancas solitariamente estoy escribiendo, mientras mi enfermedad sigo padeciendo, con resiliencia sufriendo, mi corazón en pedazos sigue latiendo, amor no, dolor es lo único que veo que estadísticamente y gráficamente en el monitor cardiaco va subiendo, estas tragedias psicológica y físicamente me están consumiendo, pasar por estas desagradables cosas no estoy consintiendo.

Lo siento madre, la batalla religiosa, física y mental estoy perdiendo, la agnóstica y atea me están convenciendo, porque me di cuenta que no hay un dios que por la humanidad nada esté haciendo, desde el tiempo de Noé existe la maldad, así que te estás confundiendo, lo que dice la biblia no se está cumpliendo, simplemente al creador de este sádico juego seguimos divirtiendo.

Poeta Lúgubre.