CANTO XXVIII| BIPOLARIDAD Y PARANOIA.

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Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.

En todo mi ser hay inconformidad, en mi rostro sólo veo monstruosidad, no puedo aceptar mi asquerosa realidad, estoy inconforme conmigo así que procedo a inventar una personalidad, me río y al instante me enfado, mis familiares creen que padezco de bipolaridad. Dice el libro sacrosanto en el Eclesiástico que todo en la humanidad no es más que vanidad, y ahora que lo vivo en carne propia puedo afirmar que dicho axioma es verdad.

Poseo un alma vacía, una mirada fría, mi mente se volvió sombría, estoy harto de este mundo deprimente lleno de egolatría y con maldad umbría, el noticiero inundado de calamidad, ¿cómo puede ser que haya gente demente que sonría? El ser humano me hastía, ¿cómo pueden haber poetas que en este inhóspito mundo escriban poesía?

No soy atractivo, en mi rostro hay un monstruo despectivo, hago de todo y con nada me motivo, poseo odio y ni conmigo mismo puedo ser compasivo, mi deseo ante mi imagen es destructivo.

Leo y mi inteligencia activo y por culpa del saber me volví depresivo, hace mucho estoy muerto no vivo, cada día columnas del castillo de mi corazón derribo. Hay días en los que soy un ser cálido y comprensivo, otros días tiendo a ser más frío y agresivo, mundo nocivo sólo dolor de él recibo.

Mundo repugnante, este asco en mi pecho es detonante, mente delirante por este mundo atormentante, mi amor es diminuto mi odio gigante, no creo que un segundo más aguante, no quiero vivir bastante en un planeta asqueante, mi espíritu se siente sofocante, mi mente siempre está en un estado alarmante.

Mundo ominoso, ¿será que fue creado por un dios tenebroso? Mi tranquilidad en mi casa reposo, cuando salgo siempre estoy temeroso, me asecha el león y el oso, maldito mundo espantoso, ser humano es lo más triste y doloroso, no quiero habitar más este plano tormentoso.

Cada día es más novedoso, ojalá Dios destruya este mundo y arroje a los humanos a un pozo, que los ate a un calabozo, que desintegre su materia que contiene algo horroroso, de lo contrario no hubiesen convertido toda la creación en algo desastroso.

La gente dice que dios es real, pero a veces siento que me miente, en creer y en descreer mi mente se arrepiente, ¿si estoy vivo por qué dolor es lo único que mi cuerpo siente? Salgo aunque sienta temor de la gente, eso significa que soy valiente, el temor a la valentía es equivalente. En mis sueños devoré a una serpiente.

No deberían existir las fotografías ni los espejos, son siniestros, con nuestra fisonomía nos obsesionamos y nos volvemos apócrifos espectros. Antes cuando vivía engañado conmigo me sentía conforme, pero entonces vi la realidad y vi que poseía un rostro de deforme, las redes te mienten, no hace falta que te informe, aunque desee que este mundo angustiante cambie, dudo mucho que algún día se reforme.

¡Maldita paranoia! Salgo de casa y siento que alguien me asecha para asesinarme, para secuestrarme, para torturarme, para, ¡para! ¡para! ¿Ves el temor en mi cara? De esta paranoia no creo poder curarme, desconfío de todo aquel que se atreva a mirarme, odio mi maldita estatura. Si tan sólo midiera dos metros nadie pudiera intimidarme, veo mi reflejo en el espejo y entiendo que nadie nunca podrá amarme.

Siento repulsión al tocarme, al espejo ya no quiero ni mirarme, de mi mismo busco alejarme, si tan sólo alguien pudiera consolarme. Necesitaba hablar y no había nadie para escucharme, solo todos tienden a dejarme. No importa lo que haya escrito cuando muera todos van a olvidarme, sólo un loco demente podría recordarme. Últimamente pienso en colgarme, por favor, ven, ven a salvarme. ¡Ven a salvarme, la soga en mi cuello comienza a ahorcarme!


Poeta Lúgubre.

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