CANTO XLII| TANATOPRACTOR.

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Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.


Celebro Halloween leyendo, escribiendo y viendo películas de terror, si no escribo las palabras se abultan en mi cerebro y tengo que convertirme en neurocirujano como Tenma para extraer ese lingüístico tumor. Tengo la ortografía de un escritor y la caligrafía de un doctor, de Dr. Jeykyll, quizá tener este cuerpo de Mr. Hyde no sea un error, aunque tener esta fisonomía me cause pavor, a veces mis letras son lúgubres como la labor de un médico forense o como la de un tanatopractor, a veces un psicópata termina siendo tu benefactor.

La vida a veces te pasa por encima como un tractor, nadie más que tú entenderá tu dolor al ser de tu película de horror tu propio actor. Recuerdo que algunos amigos me llamaron vampiro porque desde que uso protector tengo la epidermis pálida como la de un cadáver listo para la autopsia o para el líquido embalsamador. Mi dermatóloga dijo que usar bloqueador era la mejor forma de mantener nuestro color, así que lo uso diariamente aunque llueva y no haya calor, decir esto es abrumador, no era necesario decirlo, pero escribir lo que pienso siempre es liberador.

Sin mentir, hay cosas que no quería decir, pero de nada sirve ocultar mis pensamientos porque como escribió mi mentor, Poe, el corazón siempre será un delator, Pessoa dijo que el poeta era un fingidor y es verdad pero aunque parezca paradójico la poesía de mentiras es un detector. He leído tanto que en mi cerebro de palabras tengo incorporado un buscador, mi mente funciona como la de un programador, si se quiere escribir, leer siempre será un gran factor, sé que cuando muera tendré más de un detractor. Como Pigmalión con palabras muertas soy un escultor.

Soy joven con alma de anciano pues siempre me despierto temprano a escribir sin necesidad de ningún despertador, soy lúgubre como un sepulturero con su pala, dijo Replik, pero yo no profano tumbas, de sueños soy un profanador. A pesar de todo lo escrito no tengo un solo admirador, el hombre del espejo es mi único lector, pero no importa porque aunque la escritura sea solitaria escribir siempre será consolador. Y no intentaba escribir nada conmovedor pero quizá lo logré que fue lo peor... pocas palabras al buen entendedor. Mi inseguridad no sabe si publicarlo o guardarlo como borrador.

Soy mejor escribiendo que hablando, si no no escribiera y en todo caso sería un orador, me siento Ahab, naveguemos a estribor, persigamos a Moby Dick, del océano soy el vengador, soy como El viejo y el mar, sólo que de palabras soy pescador. Odio al plagiador, pero no tanto como al difamador, las atrocidades que veo en el mundo me causan estupor, la vida es un tren a todo vapor, si no escribo dentro de mi cabeza de mis personajes escucho el clamor.

Me veo al espejo y soy Puro Hueso, de Las sombrías aventuras de Billy y Mandy soy narrador, escribir de esta forma tan referencial es un tanto innovador. Quien me lee de mi obra se convierte en interlocutor, en la cabina hay un cadáver que dice ser locutor, un literato de hace un siglo fue mi predecesor, ahora de la escritura clásica me convierto en su sucesor. Me gusta escribir porque cuando hablo en mi rostro se percibe el glamour de mi rubor, ni siquiera mis ojos verdes de Nergal me convierten en un hombre encantador, sólo con palabras lóbregas soy seductor.

De mis pensamientos soy el pasajero y el conductor, no acato órdenes de ningún rector, la filosofía me convirtió en librepensador, por lo tanto no regiré mi vida por los versículos de un cura o de un pastor, cuando entré en una arcaica abadía vi a un extraño hombre de traje comiéndose un cerebro con un tenedor. Soy el compositor que besaba cadáveres, de esta fúnebre composición musical soy autor, si no te gusta lo escrito no te preocupes, no tienes por qué leerme, si hasta el mejor ejército tiene algún desertor.


Poeta Lúgubre.

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