CANTO XXXI| ESCRITOR FRACASADO.

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Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.

La mitad de todo lo que he escrito he borrado, soy un maldito escritor fracasado, ni un sólo libro en físico he publicado. Con mi carrera de escritura apenas he comenzado y la voz de la literatura me dice que ya debería de estar jubilado.

A pesar de que mis escritos he mejorado, ningún lector la oportunidad de leerme me ha dado. Soy un iluso, creí que me convertiría en un escritor consagrado, no soy más que un patético autor que con su arte muere desangrado, parece que a cualquier maldito lector le desagrado.

Cuando muera no sólo mi cuerpo y mi nombre sino también mi arte será sepultado, pero el que mis escritos queden olvidados me tiene sin cuidado. No sé qué me ha ocurrido, ya no deseo hacer nada, todo me tiene aburrido, el no ser reconocido me tenia afligido, pero ahora yo mismo contribuyo para quedar en el olvido.

Hago de todo y siempre fracaso, en octubre para mi cumpleaños fue que recibí el ultimo abrazo, tendré que esperar otro año para ver lleno otra vez el amor del vaso, la familia sólo es gente conocida aunque invisiblemente nos una un lazo.

Antes me mentía y sentía que brillaba como oro, hace meses no me tomo una fotografía ni me veo al espejo, cuando lo hago lloro, veo mi monstruosidad y me deploro, ya no escribo sobre amor, escribo sobre terror, porque tan fácil ya no me enamoro.

Hasta me parecen repugnantes las relaciones, me siento mejor escribiendo sobre terror y depresiones, tengo sesiones de electroterapia, la escritura es mi terapia, es la única que calma mi rabia, me harté de que una mujer sólo busque labia, e ignore mi inteligencia, estólidas, sólo se preocupan por la maldita apariencia, pero no tienen conciencia.

No me importa si se escucha despectivo, pero yo sí escribo, soy un genio, tal vez carezca de atractivo, pero en mi casa tengo biblioteca, soy mejor partido que ese estúpido al que en una fiesta de discoteca has conocido, seguramente en su vida ni siquiera un libro ha leído.

Al igual que tú que eres tonta y mi arte ni siquiera te ha conmovido, sólo me ilusionaste y dejaste en mi pecho una daga que me tiene herido. Me besaste y luego me trataste como a un desconocido, mi corazón se ha podrido, mi ingenio se siente perdido.

He perdido el rumbo, viajo sin dirección, como una nave espacial que sale de la estación, no, no quiero otra maldita relación, la literatura es mi única pasión, dejemos el amor para otra ocasión. Ahora le dedico esta perezosa canción a mi abúlica depresión.

No quiero hacer nada y no es holgazanería, es mi abulia la que intensifica esta horripilante poltronería, estar inactivo es lo único que puedo hacer en el día, la acidia que emana mi ser no creía que sólo apatía a mi alrededor provocaría y que al intentar hacer algo como anoréxico vomitaría y el mover un sólo pie de mi cama la enfermedad me impediría. Y hasta perdí las ganas con la que esta canción escribiría, la dejaré tal cual aunque suene como una porquería.

Abúlicamente hablando ya nada me interesa y no es pereza es la enfermedad de mi mente, para vivir y escribir he perdido la destreza, naturalmente, pronto perderé por completo la cabeza, probablemente, mi cerebro es un árbol sin corteza, estoy como mi apellido, gravemente, ¿estoy loco? Definitivamente.

¡No sirvo para escribir! ¡No sirvo para nada!
Atravesaré mi corazón con una espada oxidada.


Poeta Lúgubre.

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