CANTO VI| LA DEPRESIÓN DE LA COTIDIANIDAD.

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Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.

La depresión de la cotidianidad la veo presente todos lo días en la humanidad, hay depresión en cada ser y esa es la triste realidad, pero no es tan triste, triste sería no verla ni sentirla y presumir siempre de algo tan falso como lo es la felicidad.

Si hoy eres feliz mañana no lo serás, mañana llorarás, sufrirás y al mismo punto de alegría y melancolía, volverás.

Me paro frente al espejo y triste veo mi reflejo, ahora entiendo la definición de depresión, en el pecho sentir una fuerte presión, estar libre y sentirte en una prisión, nadie estará contigo llegué a esa conclusión, te dirán que te quieren y te engañaran y te dejarán con confusión.

Viviendo apartado como si vivir alejado de todos fuera tu misión, para mi el amor no existe, lúgubre visión de mi herido corazón, no entiendo a los humanos, te dañan, te engañan y tú eres el que tiene que pedir perdón. Por más que busco no encuentro explicación, parece que la inteligencia está en peligro de extinción, mundo perverso, el universo me va brindando información.

Soy un chico culto, camino cabizbajo, con mi sudadera oculto mi rostro, las personas me ven como si fuera un monstruo, no juzgues por lo que ves, puede que ese niño tenga más madurez y su mente sea la de un adulto. Siento que vivimos en una depuración, por eso mis sentimientos sepulto, y avanzo hacia la purificación, me siento solo en medio de una gran nación, pareciera que nadie sintiera compasión por el prójimo, normal, si todos cambien el amor, por la llama de la pasión.

Es fácil reírte y juzgar a un depresivo cuando tú no has sentido esa maldita sensación, no te enamores de nadie, si no quieres saber lo que es una desilusión, mi corazón está cerrado por reparación, no es que sea malhumorado, solo quiero estar alejado de cualquier discusión.

Soy un desenamorado, mis sentimientos explotaron y dejaron radiación, por el color negro siento atracción, visto de ese fúnebre color en cualquier ocasión, tengo amigos dentro de mi imaginación, la realidad supera la ficción, por una pequeña división. El amor es una resta, cuando tendría que ser una multiplicación, matemáticamente el amor no es más que una indescifrable ecuación, es lamentable, pero el amor no es más que una triste y apócrifa canción.

Ya no sonrío, me gusta lo tétrico y lo sombrío, me siento un creepypasta, la melodía de mi corazón cada día se desgasta, no entiende tu mente nefasta, lo depresivo, lo negativo me aplasta, soy un basquetbolista anotando tres puntos suspensivos a la canasta, vivo aburrido, no me siento vivo, vivo aturdido, hago de todo y nada me basta.

Hago de todo y nada me basta.

La depresión de la cotidianidad la veo presente todos lo días en la humanidad, hay depresión en cada ser y esa es la triste realidad, pero no es tan triste, triste sería no verla ni sentirla y presumir siempre de algo tan falso como lo es la felicidad.

Si hoy eres feliz mañana no lo serás, mañana llorarás, sufrirás y al mismo punto de alegría y melancolía, volverás.

Volverás a sufrir, volverás a llorar, volverás a reír, así que de tu felicidad no tienes porque presumir. Si yo hablo de la tristeza es por que la depresión no me ha dejado de consumir.

No me ha dejado de consumir.
No me ha dejado de consumir.

Deseo morir, pero deseo más vivir. Ni yo mismo sé lo que quiero, para qué te voy a mentir. Lo único que sé, es que dejaré de escribir hasta que mi corazón y mi cerebro dejen de latir.


Poeta Lúgubre.

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