CANTO XXXVI| CAMISA DE FUERZA.

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Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.

«Cuando un hombre sangra por dentro es peligroso para él, pero cuando ríe para dentro es presagio de algún mal para otros».

Charles Dickens


Tengo otro brote psicótico, el psiquiatra me receta un narcótico, lo ingiero y me quedo robótico, para la locura no existe antibiótico, en nada percibo color, todo mi atuendo es gótico, mi mundo Quijotesco aunque para el cuerdo sea grotesco para mí es exótico. La locura no es más que aventura, no obstante. para el psicólogo es un estado caótico, un trastorno distópico, para un psicópata soñar con sangre es un sueño erótico.

De locura tengo otro brote, estoy encerrado en el manicomio y no puedo escribir, las palabras acumuladas en mi cerebro empiezan a crujir y puede que de tanto contenido explote, mi escritura es un lingote, la locura es un islote, aunque a alguien veas sonreír no te confíes, la persona más cercana puede que esté loca y en la cara no se le note.

Estoy en mi celda golpeando mi cabeza contra el barrote, espero que el psiquiatra con psicotrópicos mi intelecto agote, seguiré escribiendo así sea con mi propia sangre, no dejaré que mi supuesta locura me derrote, aunque dicen que estoy más loco y maníaco que ese capitán monomaníaco que navegaba por el mar intentando vengarse de un cachalote.

Ahab es la clara muestra de que la venganza también enloquece, que esta sociedad valore más la enfermedad que al loco es algo que me entristece, si la psicología continúa así puede que esa ciencia nunca progrese, la locura me fortalece y me enaltece, aunque al verme delirando mucha gente palidece.

Enfermeros corren a mi habitación con una camisa de fuerza, soy sacudido por una risa idiota, porque la mente de un loco es pasiva, la de un cuerdo perversa, este loco letras y reminiscencias almuerza, el psiquiatra de entender psicológicamente a su paciente ni siquiera se esfuerza, no, no funcionan tus mentiras, contra un loco no funciona la psicología inversa, la locura se contagia y luego en la mente se dispersa.

¿Hablar solo es de locos o de cuerdos?
No lo sé, lo que sé es que desde que estoy encerrado me alimento de los recuerdos, ahora solo tengo brazos y pies izquierdos.

No soy peligroso hasta que escucho voces en mi cabeza, y si estás cerca puede que seas la siguiente presa, el humano enloquece por naturaleza, una persona que de la sociedad es apartada y nunca es amada su mente queda dañada, nunca queda ilesa, pero nadie entiende esa vileza, pues no se le da suficiente importancia al dolor y a la tristeza.

Siento que a pesar de los años la psicología no progresa, pero háblame de locura si me hablas de cordura mi alma bosteza, Napoleón, el Quijote, Gógol, Jonathan Swift, Nietzsche y Artaud, los locos en el campo de la inteligencia han tenido la mejor destreza, pues estar loco no es sinónimo de torpeza, al contrario, es sinónimo de grandeza.

Ser poeta, escritor o pintor es estar condenado a terminar encerrado en un manicomio, quizá la genialidad del artista es envidiable para el psiquiatra que la tilda de locura por sentir por la vida y el arte reconcomio.

Qué gracioso, inmovilizan mis brazos, pero aún tengo la fuerza de la boca y la cabeza, pero, sobre todo, mi cerebro, aparentemente lo más peligroso, el uso prolongado de la camisa de fuerza llega a ser un tanto doloroso, solo un loco puede ayudar a otro a salir de su pozo. Norman Bates, Francis Petrel y Hannibal Lecter me ayudarán a salir de este mundo tormentoso, aunque el método empleado posiblemente para un cuerdo sea espantoso.

Aquí culmino, espero que este manuscrito entre cuerdos y locos sea novedoso, no se rían, teman, algún día saldré de este calabozo, si el corazón no es delator el loco puede ser un buen actor, es decir, puede conseguir lo que se proponga siendo tramposo, pero dejémonos de nimiedades, no me gusta ser quisquilloso, me rio internamente y no por ser cosquilloso sino porque concebí un plan horroroso...



Poeta Lúgubre.

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