CANTO XL| MALIGNO CUANDO ZALGO.

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Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.

Tengo sueños y pesadillas angustiantes, mis pensamientos son verdaderamente inquietantes, tan oscuro que en la claridad ya no reconozco a mí yo de antes, las miradas me parecen lápidas de cementerios, los humanos son escalofriantes, los días a veces se vuelven desafiantes, en el arte dan poco y se sienten gigantes, no son más que ratones asustados por elefantes.

¿Con mi sueño quieres que te espante? Deja te cuento mi sueño alarmante, macabro e infernal como la historia de Dante, en una oscura noche de luna menguante vi a una mujer vestida de negro con el cabello largo hacia delante, entró por la puerta, aunque ésta no estaba abierta, dijo: «Prende una vela y escribe la siguiente novela, que este espectro te revela, no te aterres soy tu musa que te consuela».

Cuando terminé el manuscrito me sentí un poeta maldito, le vi el rostro y lancé un grito, ella se rió a carcajadas y se montó sobre mí a horcajadas y desperté bañado en sudor sobre la almohada, aunque lo más aterrador de todo fue que cuando desperté vi sus uñas que en mi cuerpo seguían clavadas, desde entonces ya no deseo musas pues son demoníacas y vienen disfrazadas, son más lúgubres que las brujas y las hadas.

Mi rostro de monstruo es hirsuto, curiosos preguntan por qué siempre visto de negro, pues porque desde que falleció mi abuela y asesinaron a mi amigo vivo de luto, a veces los olvido pero luego los recuerdo y les brindo tributo, para ofrecerles mi respeto merecen un billón de minutos.

Con la lectura la mente se vuelve elástica, con la ignorancia se vuelve una bolsa de basura plástica, dejar las redes fue inteligente aunque la gente piense que fue una medida drástica, el alma debe ser intelectual no una catedral eclesiástica, siempre cargué con mi cruz pero la abandoné cuando me percaté de que siempre fue una esvástica.

La vida es injusta y quizá sea lo que lo haga fascinante, a veces es borrica y a veces rocinante, pero a pesar de todo sobre ella cabalgo, soy un caballero, como aquel loco Hidalgo, sé muy bien lo que en el arte valgo, en la escritura siempre sobresalgo, si escribes o cantas en el contenido dime algo. No conocen mi personalidad, a veces soy maligno cuando salgo, poseo la malignidad de la entidad llamada Zalgo, al pasar constantemente por el dolor aprendí que a veces de nada sirve quejarte y con tu vida tienes que comenzar a hacer algo.


Poeta Lúgubre.

EL ARTE DE LAS MUSAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora