Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩

Capitulo 46

Los gemelos estaban furiosos. Después del partido de Quidditch, Umbridge los suspendió junto con Harry. Todos estaban igual de molestos que ellos, pues todo había sido injustificado. Habían peleado, pero fue en defensa contra las burlas y malas palabras que los Slytherin les daban, en especial Draco Malfoy.

El domingo por la mañana los estudiantes se divertían patinando en el lago helado, deslizándose en trineo, y lo peor de todo, encantando bolas de nieve que volaban por toda velocidad hacia la torre de Gryffindor, las cuales golpeaban con fuerza los cristales de las ventanas.

Al día siguiente Hagrid había Preciado nuevamente en la mesa de profesores a la hora del almuerzo. Clarisse había notado su ausencia, pero nadie tenía idea de donde había estado. Ellos lo apreciaban mucho, además desde que formaba parte de la Orden lo veían más seguido. Fred, George, Lee Jordan y ella se levantaron se sus lugares en cuanto lo vieron y se acercaron para estrecharle la mano.

•••

Llegó diciembre y dejó más nieve y un verdadero alud de tareas para los alumnos de último año. Las obligaciones se hacían las pesadas a medida que se aproximaba la navidad.
Clarisse había dejado de prestar atención a las clases de Umbridge, pues no le servían de nada.
Ella llegó a tiempo a la Sala de Menesteres para la última reunión del ED antes de las vacaciones.
Alrededor de lugar había cientos de adornos dorados en el techo, cada uno de los cuales iba acompañado de una fotografía de la cara de Harry y la leyenda '¡FELICES HARRYNAVIDADES!'. Aunque a pesar de que de cierta forma se veía lindo, Potter los quitaba.

—Que adornos tan bonitos, ¿los has puesto tú? —Clarisse escuchó a Luna preguntar en el momento en que había cerrado la puerta detrás de ella.

—No —contestó Harry— ha sido Dobby, el elfo doméstico.

—Muérdago —comentó Luna con tono soñador.

Clarisse no prestó atención a lo que hablaban, pues no quería parecer chismosa. Ella se sentó en su lugar habitual y comenzó a ver a cada uno de los alumnos que entraban a la reunión. Ella se había enterado de varias cosas en el proceso, como que Angelina los había remplazado a los que ya no estaban en el equipo, lo más sorprendente de todo fue que Ginny era la nueva buscadora. Los gemelos le habían contado que era la mejor para el puesto cuando jugaban en la parte trasera de la Madriguera.

—Bueno — dijo Harry y llamó a sus compañeros al orden— he pensado que esta noche podríamos repasar lo que hemos hecho hasta ahora, porque esta es la última reunión antes de las vacaciones, y no tiene sentido empezar nada nuevo antes de un descanso de tres semanas.

—¿No vamos a hacer nada nuevo? —preguntó Zacharias Smith en un contrariado susurro, aunque lo bastante alto para que lo oyeran todos— si lo llego a saber, no vengo.

—Pues mira, es una lástima que Harry no te lo haya dicho antes —replicó Fred.

—Practicaremos en parejas. Empezaremos con el embrujo paralizante durante diez minutos; luego nos sentaremos en los cojines y volveremos a practicar los hechizos 
atuurdídores.

La sala se llenó enseguida de gritos intermitentes de ¡Impedimenta! Uno de los integrantes de cada pareja se quedaba paralizado un minuto, y durante ese tiempo el compañero miraba rededor para ver lo que hacían las otras parejas; luego recuperaba en el movimiento y les tocaba a ellos practicar el embrujo.
Tras diez minutos de practicar el embrujo paralizante, esparcieron los cojines por el suelo y se dedicaron al hechizo aturdidor. Al cabo de una hora, Harry les dijo que pararan.
Se despidió de ellos no sin antes desearles una feliz navidad.

X

Clarisse se despertó sobresaltada cuando unas manos la movieron con fuerza. Ella se levantó al instante y en un acto de terror levantó la varita.