Capitulo 32

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Clarisse estaba teniendo una charla divertida con dos de los merodeadores, los cuales seguían contándole cada una de sus aventuras de cuando eran estudiantes de Hogwarts, incluso le contaron un poco sobre sus padres. Clarie escuchaba atentamente hasta que unos golpes en la puerta hicieron que los tres miraran. Una cabellera roja se hizo notar, ella de inmediato reconoció la presencia de su chico.

—¡Bill! —Clarisse se levantó de su asiento con rapidez. Bill entro por completo en la biblioteca. Cuando él se acercó a ella, ella fingió saltar hacia atrás —¡Woah, hombre gigante, no me pises!

—Dios mío, ¿te has vuelto más baja? —el rompedor de maldiciones se burló de ella, tirándola en un abrazo, levantándola corporalmente a unos veinticinco centímetros del suelo en el proceso. Ella sonrió, le rodeó el cuello con los brazos y escondió la cara en su ancho hombro, amando su olor almizclado.

Sirius y Remus se veían un poco incómodos en el lugar, así que sin hacer ruido los dejaron completamente solos, no sin antes cerrar bien la puerta detrás de ellos.

—No habíamos tenido la oportunidad de hablar bien —Clarisse lo abrazó mucho más fuerte que antes.

—Lo sé... Demonios, aún estoy un poco molesto porque quisiste unirte a la Orden —Bill le dijo justo después de que la bajó y le dió un suave pico en los labios— no lo hagas aún, yo quiero cuidarte.

Clarisse sintió un sonrojo en sus mejillas y la preocupación de su hombre la conmovió. Ella asintió solemnemente hacia él, apretándolo con más fuerza por un momento antes de soltarlo. Ella sabía que era peligroso formar parte de la Orden, pero también quería proteger a los demás, en especial a su pelirrojo.

—Estaré bien —murmuró ella, sin estar segura de si estaba tratando de convencerlo a él o a ella misma. Él asintió levemente con gravedad, acercándose un poco más a ella— además te tendré a ti, para que los pises si me molestan.

Bill pareció sonreír ante la broma y sin que ella se lo esperara la tomó por la espalda y le dió muchos piquitos en el cuello. Ella no se había percatado que eso le daría cosquillas hasta el momento en que iba fuerte carcajada salió de ella. Bill se sorprendió, pues jamás la había escuchado reírse así. Eso solo fue un incentivo para él, ya que comenzó a hacerle muchas más cosquillas que antes hasta que ella pidió misericordia. Clarisse suspiro con alivio cuando el pelirrojo sonrió burlonamente a su lado y tomó asiendo en el sillón en el que ella había estado anteriormente. Ambos se quedaron en silencio, pero uno bastante cómodo.

—Dumbledore me pidió que te diera una noticia —Bill le tomó la mano a Clarie y le dió un leve apretón— es sobre tus padres.

—¿Qué sucede? —Clarisse se quedó como estatua en su lugar. Solo esperaba que no fueran malas noticias, no podría soportarlo. Ya era bastante difícil estar lejos de ellos— ¿Sucedió algo malo?

—¡Oh no! —Bill dijo con rapidez al notar la tensión en su chica— Cedric parece estar mejorando bastante. Dumbledore dice que ya despertó.

—¡No puede ser! —Clarisse dijo con una inmensa felicidad. Ni siquiera sintió cuando las lágrimas comenzaron a caer por su rostro— ¿Cuando podré verlo de nuevo?

—Aún no se eso, fue lo único que Dumbledore me pidió que te dijera —Bill estaba feliz por su chica. Él sabía que estando sin su familia estaba triste a pesar de que ella no lo quería hacer notar.

Bill se acercó más a Clarie y lentamente extendió su mano para tocar su mejilla. Ella reaccionó ante su toque, recargando se más en la enorme mano de su chico. Las lágrimas habían cesado, pero aún así los ojos de Clarisse seguían repletos de lágrimas que no quería soltar. Bill extendió su mano nuevamente y con uno de sus dedos tocó con suavidad las pestañas inferiores del ojo de Clarisse, haciendo que este se humedeciera con sus lágrimas. Clarisse se quedó sorprendida cuando Bill se llevó ese dedo a la boca.

Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora