Las cosas afuera cada día empeoraban mucho más. La nueva noticia que sorprendió a todos era sobre un niño de nueve años que había sido detenido por intentar asesinar a sus abuelos. Sin duda alguna era obvio que estaba bajo la maldición imperius. También había desapareció un hombre llamado Octavius Pepper. Para la sorpresa y felicidad de Clarisse, Mundungus estaba en Azkaban. Según la noticia que venía impresa en El Profeta, se había echo pasar por un inferius durante un intento de robo.
La noticia de que Harry salía con Ginny había alegrado a todos, en especial a la señora Weasley, pues sabía lo mucho que su hija estaba enamorada de Potter. Todos sabían eso, a excepción del chico. Le había tomado varios años darse cuenta, pero al fin la había notado.
Clarisse estaba cada vez más estresada, sin duda alguna. La escuela estaba a punto de terminar y eso hacía que la tuviera que aprender el doble de información que al principio. No dormía y solo comía cuando tenía tiempo. Bill parecía entenderla bien, pues incluso la ayudaba a aprender más cosas y la ayudaba con sus trabajos.
Después de que termino con una larga jornada de tareas, el fin de semana se hizo presente. Tenía el domingo libre, así que solo estaba esperando que Bill regresara de trabajar para que hicieran algo. Ella se arregló, pues ya llevaba varias semanas sin hacerlo, además preparó una rica comida para salir de picnic en cuanto el pelirrojo hiciera acto de presencia. Estaba tan enamorada de él, tanto que sus sentimientos eran mucho más fuertes que la primera vez que lo vio. Tenía que admitir que incluso se seguía sintiendo extrañamente nerviosa estando junto a él.
Ella se sentó a esperar la hora en la que solía llegar Bill, pero tardo una hora más que de costumbre. En el momento en que puso un pie dentro de casa se levantó para saludarlo, pero el rostro del chico decía que algo no andaba muy bien.
—¿Sucede algo? —ella le preguntó temerosa.
—No... —Bill le respondió secamente, haciendo que ella lo mirara sin entender.
—Te estaba esperando, quería que hiciéramos algo juntos —Clarisse sonrió, no prestando atención a la respuesta anterior. Lo más seguro era que estaba estresado por el trabajo.
—No tengo ganas, Clarisse —Bill la apartó— me gustaría hablar seriamente contigo.
Clarisse de inmediato comenzó a pensar en todas las cosas malas que había hecho desde que era una niña pequeña, pero no había nada que hubiera molestado a Bill. Ella solo asintió con la cabeza.
—¿No te gustaría que comiéramos antes?, vienes cansado del trabajo y te prepare algo —Clarisse apunto a la cocina.
—No tengo hambre —Bill ni siquiera la miró.
Eso lastimó mucho a Clarisse, pues Bill nunca le había hablado así. El pelirrojo salió de La Madriguera sin esperarla, así que ella tuvo que trotar para poder alcanzar sus pasos apresurados. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos de los demás, el Weasley se detuvo.
—¿Por qué estás así? —Clarisse se cruzó de brazos y lo miró fijamente. Bill parecía no tener emoción alguna en ese momento.
—Creo que es mejor terminar con esta mentira que tenemos —Bill ni siquiera se inmutó.
—¿A que te refieres? —ella se encogió ante la potente voz de Bill.
—No quiero estar más contigo —Bill apretó los puños.
—Pensé que estábamos bien... —Clarisse sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas.
—Te equivocaste. Ni siquiera tienes tiempo para mi, además tu condición no me gusta —Bill ni siquiera podía mirarla mientras le decía aquello.
Así que todo era por lo que le había contado.
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Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩
Fanfiction(COMPLETA) Clarisse Diggory jamás imaginó que a partir del torneo de los tres magos las cosas se pondrían feas, mucho menos que a pesar de la desgracia encontraría a alguien que la haría feliz en los momentos oscuros. (Basada en los libros)