Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩

Capitulo 143

Cedric y Fleur al fin estaban a punto de casarse. Sus planes de boda habían parado cuando la guerra se hizo mucho más fuerte, de ahí la retrasaron mucho más debido a que decidieron irse a vivir juntos.
Aquel día sería la primera gran celebración después de todos los acontecimientos pasados, así que todos estaban de cierta manera emocionados.

No a todos les había caído bien Fleur al inicio, ni siquiera Cedric caía muy bien a veces, pero aún así todos les tenían mucho aprecio, especialmente al ver que a pesar de sus comportamientos odiosos solían ser muy buenas personas. Incluso Clarisse pensaba así de ellos, así que por eso creía que se habían llevado tan bien.

El pequeño Matthew llevaba un traje que iba en conjunto con el de su papá, así que eso solo lo hacu más tierno. Cedric me había pedido de favor que el bebé abriera el camino al altar, así que tuvieron que estar en aquel jardín enorme en Francia mucho antes que los demás. A pesar de que no era algo complicado de hacer, la pobre de Fleur estaba tan estresada que quería que todo saliera a la perfección.

—Ya se tardaron mucho, estoy preocupada —Clarisse le comentó a Bill mientras veía que los invitados iban llegando.

Los Delacour habían hecho diferentes trasladores para que todos aquellos que no vivían en Francia llegaran a la hora adecuada.

—Sabes que está en buenas manos. Gabrielle cuidará bien de Matt —Bill le acarició el rostro— déjame decirte que te ves hermosa el día de hoy. Si no terminamos cansados después de la fiesta nos divertiremos mucho.

—Ni un segundo pueden dejar de ser tan cerdos —George fingió una arcada mientras se sentaban detrás de ellos.

—Siempre llegas en un mal momento —Clarisse se cubrió el rostro avergonzada— ni siquiera entiendo como es que eres tan sigiloso.

—Siempre hago mucho ruido, solo que nunca me has escuchado —George respondió, haciendo una señal obscena con su boca.

—Recuerda que estás hablando con mi mujer, Georgie —Bill miró a su hermano fijamente, el cual solo tragó saliva ruidosamente.

—Lo siento... —George se acomodó en su asiento sin decir nada más. Se veía algo avergonzado.

—Solo era una broma, William —Clarisse lo regañó de broma, a lo que Bill solo se encogió de hombros.

—Tú solo puedes escucharme a mi –el pelirrojo le guiñó un ojo, viendo como Fred se acercaba apresurado tomado de la mano de una chica bastante alta.

Bill le dió un codazo a Clarisse, la cual se dio media vuelta al instante. Se quedó boquiabierta al ver que Fred dejaba pasar primero a la chica. Ella miraba boquiabierta todo, como si no pudiera creerse lo que estaba viendo. Era entendible, había crecido toda su vida en Londres muggle y aquello parecía sacado de un cuento de hadas. El gemelo miró al frente y pareció ponerse rojo, pero al instante recuperó la compostura. La pareja caminó tomados de la mano hasta donde se encontraba George, Bill y Clarisse.

—Hola chicos —Fred saludó a todos.

Clarisse se puso de pie para darle la bienvenida a la novia de su mejor amigo. Era bastante linda. Su cabello era castaño oscuro y sus ojos miel contrastaban de manera linda en su piel pálida. La chica sonreía con timidez, y cada que podía miraba a Fred, el cual era su lugar seguro.

—Bienvenida –Clarisse le sonrió simpáticamente. De primera mano sabía lo difícil que podía llegar a ser conocer a la familia de tu pareja, así que la quería hacer sentir bien.

—Muchas gracias. Tú debes ser Clarisse —la chica sonrió y le dio un codazo a Fred, el cual sonrió embobado— este chico me a contado mucho sobre ti.