Capitulo 64

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Al día siguiente Clarisse se despertó bastante feliz, pues su hombre dormía al lado de ella. El chico estaba demasiado cálido y no había dejado de abrazarla desde el momento en que se quedaron dormidos. Bill era demasiado guapo ante los ojos de Clarie y muchas veces pensaba en cómo alguien como el se había fijado en ella. Tenía que admitir que siempre había tenido muchas inseguridades, en especial porque desde pequeña sus padres solían hacer comentarios hirientes y decían que era para hacerla fuerte.

Escuchó un golpeteo en la ventana, así que se levantó con cuidado, intentando no despertar a Bill. Cuando estuvo de pie acomodó la manta con la que ambos estaban tapados y se dirigió hasta la ventana. De inmediato su búho entró en la habitación, dejó un sobre y volvió a salir. Ella sabía que su mascota solía ser bastante celosa, pero jamás pensó que tanto. Clarisse no esperaba correspondencia de nadie, ni siquiera de la academia, así que extrañada tomó el sobre y lo abrió.

Clarisse:

Tú madre y yo estamos muy decepcionados de ti. Hemos hablado con Cedric al respecto, pero no se que le habrás dicho para ponerlo de tu parte.

Te dijimos que ese hombre no te conviene, hay más que podrían darte una vida de lujos si así lo quisieras. Nosotros no te criamos para la pobreza, todo lo contrario, te dimos todo lo que quisiste para que no te conformaras con menos.

Clarisse sintió como la rabia se acumulaba dentro de ella, pues Bill era su todo, era un hombre digno y trabajador, sobre todo el amor de su vida. Sus padres le habían comprado cosas, si, pero siempre fue porque a Cedric lo premiaban por todas las cosas que hacía y a ella le daban por lástima para que no se sintiera mal.
Ella recordaba con exactitud el día en que Cedric cumplió once años, sus padres habían organizado una enorme fiesta en su honor. Cuando fue su cumpleaños le compraron los libros escolares, olvidaron felicitarla y le dijeron que debía conformarse con lo que tenía.

Aún puedes cambiar de opinión y volver con nosotros ahora mismo. Dumbledore está equivocado con muchas cosas y nosotros no queremos tener nada que ver con ellos. Nos marcharemos de Inglaterra e intentaremos empezar en Estados Unidos de nuevo.

Por cierto, nos gustaría comprometerte con un hombre con bastantes riquezas, así que deberías prepararte para ir dejando a ese muchacho que no te dejara nada bueno. Espero que Cedric también recapacite y se de cuenta que solo haces estas cosas por capricho.

Tú padre.

Clarisse estaba más que furiosa, incluso para ese momento no pudo aguantar sus lágrimas. Le era difícil entender como es que anteriormente Amos hablaba bien con los Weasley y en ese momento la quería alejar de todos ellos. Su padre era un hipócrita y ella no quería ser parte de todo aquel plan que tenían para ella. Era mayor de edad y tenía un futuro que no quería perder.

Bill comenzó a moverse en la cama, así que estaba a punto de despertar. No se sentía para nada bien en ese momento, así que se prometió a si misma que le contaría lo que sucedía más tarde. Ella se limpió las lágrimas y escondió la carta entre sus libros viejos. Cuando Bill abrió los ojos de inmediato supo que algo estaba mal, así que aunque estaba somnoliento se levantó de la cama y se agachó frente a su chica.

—¿Que sucede, preciosa?, ¿No te deje dormir? —Bill la miró a los ojos con preocupación.

—No es nada, Bill. Te cuento más tarde, ¿esta bien? —ella le respondió con suavidad.

Bill quería saber lo que le pasaba en ese instante, pero sabía que ella no se sentía lo suficientemente bien para hablar. El miró la hora y se dio cuenta que ya era bastante tarde y aún tenía que ducharse.

Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora