Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩

Capitulo 14

Los vítores de los estudiantes siguieron por el resto del día, era sorprendente ver como la emoción del momento no parecía esfumarse, y al parecer eso duraría por lo menos toda la semana siguiente.

—¿Como te fue con nuestro hermanito? —Fred levantaba ambas cejas con rapidez al decirlo.

—¿Ya se besaron? —George hizo la cara de ofendido— si es así ¿como lo logro antes que yo?

—Basta, chicos... ¿Por qué están tan interesados en nosotros? —Clarie se veía avergonzada.

—Tenemos que cuidar tu honor —ambos chicos respondieron a la vez.

—Pero es su hermano, lo conocen —Clarie los miró.

—Pero es un hombre —Fred hizo un ademán de obviedad en ese momento.

—Entre nosotros nos conocemos —George terminó.

—Se los agradezco, chicos... Pero no estoy segura de si sucederá algo entre nosotros —Clarie hizo una mueca.

—¡Pobrecilla! 

—Bill jamás se había interesado en una chica como lo hace contigo —Fred le despeinó el cabello.

—Es notorio que le atraes —George le sonrió— maldito, ni siquiera pensó en mis sentimientos al estar detrás de tus huesitos.

Clarisse estaba triste ante la ausencia de Bill, sabía que el pelirrojo tenía obligaciones, pero ella lo había visto por poco tiempo y deseaba haberlo hecho mucho más. Justo después de la primera prueba, los Gryffindor habían decidido hacer una fiesta sorpresa para Harry por el primer puesto. Había montones de pasteles y botellas grandes de jugo de calabaza, también había cerveza de mantequilla. La mayoría de los estudiantes esperaban con ansias la entrada de Harry. Cuando Potter llegó, los gritos y vítores se hicieron presentes, además Lee Jordan había encendido algunas bengalas del director Filibuster que encendían con humedad, por lo que el aire estaba cargado de chispas y estrellitas.

Clarisse estaba feliz de que el campeón de Gryffindor fuera el primer puesto, pero le molestaba a sobremanera unos cuantos estandartes que estaban colgando, en los cuales se mostraba a Cedric con la cabeza en llamas, así que a la vista de todos incendió cada uno de ellos. No porque fuera de otra casa significa que podían burlarse de él, no había hecho nada malo más que portar las insignias que los Slytherins habían repartido. Después de eso nadie le dijo nada malo, ya que se concentraron en comer todo lo que tenían en ese momento. La segunda prueba sería en tres meses, así que por el momento Harry se veía más tranquilo que en la mañana.

—¿Felicitaremos ahora a Harry? —Clarie le preguntó a los gemelos, los cuales parecían esperar turno para poder hablar con Potter.

—Claro, después olvidaremos hacerlo —Fred se encogió de hombros.

—Ya casi lo dejan tranquilo —George respondió aún mirando a dónde el pelinegro.

Estuvieron unos minutos en la espera de que el montón de estudiantes dejarán tranquilo a Harry por un segundo. Lo bombardeaban con preguntas y parecían alabarlo en ese momento, lo cual era muy hipócrita de todos, pues ese mismo día en la mañana lo abucheaban a más no poder, además de que lo subestimaron como a nadie. Harry parecía tomarse eso en serio, pues se veía demasiado incómodo al ver cómo personas que jamás le habían dirigido ni una palabra no lo dejaban cambiarse de lugar.

—¡Jo, cómo pesa! —dijo Lee Jordan cogiendo el huevo de oro que Harry había dejado en una mesa, parecía pensarlo con las manos— ¡Vamos, Harry, ábrelo! ¡A ver qué hay dentro!

—Se supone que tiene que resolver la pista por si mismo —objetó Hermione— son las reglas del torneo.

—¡Sí, vamos, Harry, ábrelo! —repitieron varios.