Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩

Capítulo 7

Aquel día había en el ambiente una agradable impaciencia. Nadie estuvo muy atento a las clases, porque estaban mucho más interesados en la llegada de la gente de Beauxbatons y Durmstrang. A pesar de que la mayoría intentaba prestar atención a sus clases, era imposible. La clase de Adivinación había durado poco, por lo que tenían mucha tarea pendiente para el día siguiente.

Clarisse había estado intentando escribir una respuesta para Bill los últimos días, pero no sé le ocurría de que podía hablarle. Después de muchos intentos fallidos, pudo escribir algo que le parecía decente.

Querido William:

Perdón por la tardanza en darte una respuesta, solo que tu carta me tomó por sorpresa. Es bastante agradable saber de ti nuevamente, así que igualmente me gustaría saber cómo te encuentras, yo estoy bastante bien, solo un poco confundida por todo lo que está sucediendo con el torneo de los tres magos.

¿Te importaría si nos conocemos un poco mas? Solo se pocas cosas sobre ti, lo que me cuentan los gemelos, pero es breve.

¿Cómo te va en tu trabajo? Me acabo de dar cuenta de que no sé cuántos años tienes, así que sería genial empezar con eso. Sé que esto suena tonto, ya que es casi seguro que pronto tendremos otra conversación, pero por favor escríbeme, espero tu respuesta.

P.D: Llámame Clarie

Clarisse Diggory.

X

—Síganme, por favor —dijo la profesora McGonagall— Los de primero delante. Sin empujar.

Cada uno de ellos salieron por las puertas, intentando no empujarse  entre ellos, pero no era posible gracias a la emocion de los primeros años. Escudriñaron nerviosos los terrenos del colegio, que se oscurecían cada vez más. No se movía nada por allí. Todo estaba en calma, silencioso y exactamente igual que siempre. Hacía bastante frío en ese momento, así que en unos minutos más incrementaría, así que ella deseaba que todo el evento de acabara lo más rápido posible. Estaba segura que los extranjeros prepararían una entrada espectacular, así que eso tardaría mucho.

—¡Ajá! ¡Si no me equivoco, se acercan los representantes de Beauxbatons! —Dumbledore gritó desde la última fila.

—¿Por dónde? —preguntaron muchos con impaciencia, mirando en diferentes direcciones.

—¡Por allí! —gritó uno de sexto, señalando hacia el bosque. Una cosa larga, mucho más larga que una escoba, se acercaba al castillo por el cielo azul oscuro, haciéndose cada vez más grande.

—¡Es un dragón! —gritó uno de los de primero, perdiendo los estribos por completo.

—No seas idiota... ¡es una casa volante! —le dijo Dennis Creevey.

La suposición de Dennis estaba más cerca de la realidad, pues desde el lugar en el que estaba colocado tenía una vista genial de lo que sucedía.
Clarisse estaba detrás de varios chicos mucho más altos que ella, así que no podía ver lo que sucedía. De la nada, Fred y George la levantaron en brazos, asustandola y haciendo que diera un pequeño grito, e cuál fue silenciado por McGonagall. Cuando la gigantesca forma negra pasó por encima de las copas de los árboles del bosque prohibido casi rozándolas, y la luz que provenía del castillo la iluminó,vieron que se trataba de un carruaje colosal, de color azul pálido y del tamaño de una casa grande, que volaba hacia ellos tirado por una docena de caballos alados de color tostado pero con la crin y la cola blancas, cada uno del tamaño de un elefante. Las tres filas delanteras de alumnos se echaron para atrás cuando el carruaje descendió precipitadamente y aterrizó a tremenda velocidad. Entonces golpearon el suelo los cascos de los caballos, que eran más grandes que platos, metiendo tal ruido que Neville dio un salto y pisó a un alumno de Slytherin de quinto curso. Un segundo más tarde el carruaje se posó en tierra, rebotando sobre las enormes ruedas, mientras los caballos sacudían su enorme cabeza y movían unos grandes ojos rojos. Antes de que la puerta del carruaje se abriera, además que llevaba un escudo, dos varitas mágicas doradas cruzadas, con tres estrellas que surgíande cada una.
Un muchacho vestido con túnica de color azul pálido saltó del carruaje alsuelo, hizo una inclinación, buscó con las manos durante un momento algo enel suelo del carruaje y desplegó una escalerilla dorada.