Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩

Capitulo 56

Las vacaciones de Pascua habían pasado desde que los gemelos se habían marchado de Hogwarts. Ella se la había pasado estudiando todo el tiempo, pues ellos ÉXTASIS estaban a punto de comenzar.
Fredy y George se habían asegurado de que nadie se olvidara de ellos demasiado deprisa. Para empezar, no habían dejado instrucciones para lograr que el pantano, que todavía inundaba el pasillo del quinto piso del ala este, desapareciera.
La profesora Umbridge y Filch habían intentado retirarlo de allí por diversos medios, pero ninguno había dado resultado. Finalmente acordonaron la zona, y Filch, aunque rechinando los dientes muerto de rabia, tenía que encargarse de llevar a los alumnos en un bote hasta las aulas.
Clarisse estaba segura que profesores como Flitwick o McGonagall habrían echo desaparecer el pantano en un abrir y cerrar de ojos, pero, como había ocurrido en el caso de los Magifuegos Salvajes Weasley, Al parecer preferían que la profesora Umbridge pasara apuros.
Por otra parte, no había que olvidar los dos enormes agujeros con forma de escoba que habían hecho las barredoras de Fred y George en la puerta de la oficina de la profesora Umbridge Al ir a reunirse con sus dueños.

Inspirados por el ejemplo de los gemelos Weasley, un gran número de estudiantes aspiraban a ocupar el cargo vacante de jefe de alborotadores. Pese a la nueva puerta de la oficina de la profesora Umbridge, alguien consiguió deslizar en la estancia un escarbato de hocico peludo que no tardo en destrozar el lugar en su búsqueda de objetos relucientes, saltó sobre la profesora cuando esta entró en la habitación e intentó robar los anillos que llevaba en los regordetes dedos.

Se hizo patente la cantidad de Surtidos Saltaclases que Fred y George habían conseguido vender antes de abandonar Hogwarts. En cuanto a la profesora Umbridge entraba en el aula, los alumnos que había allí reunidos se desmayaban, vomitaban, tenían fiebre altísima o empezaban a sangrar por ambos orificios nasales. La profesora chillaba de rabia y frustración, así que intento detectar el origen de aquellos síntomas, pero los alumnos, testarudos, insistían en que padecían "Umbridgitis".

•••

Lee Jordan estaba igual de alicaído que Clarisse después de que los gemelos se marcharon. Ellos dos se hacían compañía, pero no era lo mismo sin Fred y George.
Después de que Gryffindor ganó la copa de las casas se les veía un poco mejor, aunque no era mucho para notar la diferencias.

Los ÉXTASIS habían llegado y Clarisse se estaba muriendo de nervios y ansiedad, tanto que tuvo que ir varias veces a la enfermería porque estaba agotada de tanto estudiar. Había sacado calificaciones perfectas en sus TIMOS, pero eso no significaba que lo fuera a hacer nuevamente.
Sabia que era lista, además que había aprendido todo lo que podía, pero muy en el fondo temía que no fuera así. En vez de hacerlos solo para los profesores, también había ido varias personas del Ministerio de Magia.
Los exámenes consistían en tres partes para ella, teoría, práctica y examen oral. Clarisse había realizado bastante bien los demás, pero temía al de Defensa Contra las Artes Oscuras, pues sabía que Umbridge era capaz de hacer cualquier cosa para dejarla en ridiculo.

Clarisse acabó su último examen teórico del día y estaba punto de entrar en el castillo, cuando escuchó un fuerte ¡PUM! Que venía de la cabaña de Hagrid. Ella miró al instante en esa dirección para ver de qué trataba, pero se llevó una sorpresa cuando la puerta de la cabaña se abrió y le permitió ver la luz que salía de adentro, así que eso le sirvió para observar con bastante claridad.
Una figura de gran tamaño rugía y enarbolaba los puños, rodeada de seis personas, las cuales intentaban aturdirlo a juzgar por los finos rayos de luz roja que proyectaban, aunque parecían rebotar en la enorme figura de Hagrid. El guardabosques aún seguía de pie y no había dejado de defenderse.

Clarisse sabía que tenía que ayudarlo, así que dejó caer su mochila en el húmedo pasto y corrió hasta la cabaña lo más rápido que pudo. Pudo ver a Fang, que intentaba defender a su amo y saltaba repetidamente sobre los magos que rodeaban a Hagrid, hasta que un hechizo aturdidor alcanzó al animal, que cayó al suelo.
La furia que sintió Clarisse en ese instante era enorme. Cuando ella llegó hasta el lugar de los echos, desarmó a uno de los magos y empezó a atacar para defender a Harry, solo que no se percató que el mago que se había quedado sin varita estaba a punto de saltar hasta ella.
Los magos dejaron de prestarle mucha atención a Hagrid y se concentraron en ella. Clarisse sintió como algo duro le golpeó la nuca y mareada cayó al suelo.