Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩

Capitulo 123

Tan solo unos minutos pasaron para que un fuerte estruendo resonara en la sala de Menesteres. Nadie sabía que podía estar pasando en los pisos de abajo para que aquello llegara hasta sus oídos. Nadie dijo nada y se quedaron quietos en sus lugares. Clarisse no quería salir antes de tiempo, además debía esperar a que llegaran las personas a las que había mandado llamar con su Patronus.

—¡Clarisse! —una voz masculina la llamó desde atrás. Ella se dio media vuelta y al instante se topó con Sirius, Remus y Kingsley.

Se levantó de un salto de su asiento y con los gemelos detrás de ella se dirigió hasta aquellos rostros conocidos que estaba esperando.

—Estaba por reclamarte lo de mi espejo, preciosa, pero creo que este no es un buen momento —Sirius le comentó, aunque no parecía molesto en lo absoluto. De inmediato le dio un abrazo, seguido de los dos hombres que lo acompañaban.

—Te diría que estoy arrepentida, pero no quiero mentir —Clarisse se rascó la nuca con algo de incomodidad, pero los demás no lo notaron en lo absoluto.

—Canuto no lo admitirá, pero está agradecido contigo por no dejárselo —Lupin se metió en la conversación.

Clarisse no pudo responder más, porque vió entrar a su hermano tomado de la mano con Fleur. Estaba feliz de verlos nuevamente, aunque hubiera deseado que Cedric se apartara de aquel lugar. Lo había salvado de morir una vez y aquella noche le sería imposible mantenerlo a la vista.

Los gemelos se quedaron conversando con los merodeadores y Kingsley mientras ella avanzaba hasta dar con la entrada del pasadizo que la había llevado hasta la sala de menesteres.

—¡Claguie! —Fleur le tiro a los brazos de la susodicha, la cual la aceptó sin protestar. A pesar de que tiempo atrás la había odiado un poco ahora le reconfortaba dejar a su hermano en buenas manos si moría.

—Es genial verte de nuevo, Fleur —Clarisse respondió.

—Hermana —Cedric la atrajo de inmediato contra su cuerpo una vez que su prometida la dejó libre.

—Ced —Clarisse suspiró ruidosamente para tragarse el nudo que se le había hecho en la garganta— no quería reencontrarme contigo en esta situación.

—Pero no hay más. Es genial saber que ambos estamos del mismo lado y que lucharemos por algo mejor —Cedric le respondió. Después de eso la alejó de su cuerpo un poco para mirarla y al instante hizo una mueca. Miró a su alrededor y suspiró con pesadez— si él no está para ti lo haré yo.

—Te lo agradezco, hermano. —Clarisse estaba bastante agotada mentalmente como para dar explicaciones al respecto, así que fue lo último que le dijo.

Reencontrarse con personas de su pasado y presente era extraño. Incluso a pesar de que todos vivían en un mismo entorno era raro ver a varias generaciones juntas. No tardó mucho tiempo más en abrirse el pasadizo nuevamente, así que rápidamente Clarisse se dio cuenta de quienes eran las personas que estaban llegando. Katie Bell, Angelina Johnson y Alicia Spinnet, seguidas de un muy sorprendido Oliver Wood.

No se había llevado mucho con ellos a pesar de que se conocieron mucho tiempo, pero aún así los saludo con un fuerte abrazo. Oliver Wood estaba bastante diferente desde la ultima vez que lo había visto, puesto que había sido un poco acosador con ella durante sus años más jóvenes. Los gemelos tenían que intervenir siempre para alejarlo, pues cada que tenía oportunidad intentaba ligar.

—Mira nada más a quien tenemos aquí —Oliver se acercó hasta ella y la saludo con un beso en la mejilla, lo que la dejo un poco desconcertada.

—Oliver —Clarisse asintió con la cabeza en forma de saludo.

—Me enteré que te casaste hace poco, ¿cómo van las cosas? —Oliver preguntó. Clarisse sabía que el chico a veces solía ser un poco metiche, pero lo era mala persona.