Clarisse ⟨••Bill Weasley••⟩

Capitulo 122

Clarisse sabía que la discusión que estaban teniendo no tendría fin. Harry siempre quería hacer las cosas solo, pero esta vez le sería imposible. No era necesario saber la información sobre la misión que tenía para ser ayudado por los demás. El dolor en su cicatriz solo le había hecho saber que las cosas se pondrían feas en un rato más. Todos lo consideraban un héroe, incluyéndola, pero más que todo apreciaban su amistad y no querían dejarlo caer solo.

Clarisse se apartó un poco ya que sintió como su estómago se revolvía a causa del miedo contenido. Agacho un poco la cabeza y cerró los ojos por unos segundos para tranquilizarse, hasta que oyó otro ruido a sus espaldas y se dio la vuelta. Sintió como si dejara de latirle el corazón: Ginny estaba entrando por el hueco de la pared, y la seguían Fred, George y Lee Jordan. Después de varios meses volvía a ver a sus mejores amigos.

—¡Clarisse! —Lee Jordan levantó la mano y la saludó con júbilo, al mismo tiempo que los gemelos corrían hasta ella para levantarla en brazos y abrazarla como solían hacerlo siempre.

—Desde que te casaste nos abandonaste —Fred le dijo dándole un ruidoso beso en la mejilla.

—Pero eso no significa que dejamos de quererte —George le besó la otra mejilla de la misma manera.

—Aberforth está un poco mosqueado —dijo Fred, mirando a los chicos y alzando una mano para responder a los saludos de los chicos—. Quería echar una cabezadita, pero su bar se ha convertido en una estación de ferrocarril.

Clarisse sintió como la rabia se extendía por su estómago al ver que detrás de Lee Jordan apareció Cho Chang. Ella le sonrió. Le caía muy mal, pero no era momento para pelear, además que ya era bastante madura para causar un escándalo como los de antes.

—Recibí el mensaje —dijo Cho mostrándoles el galeón falso, y fue a sentarse junto a Michael Corner.

—Bueno, ¿qué plan tienes, Harry? —preguntó George.

—No tengo ningún plan —contestó el muchacho.

—Ah, entonces improvisaremos, ¿no? ¡Me encanta! —dijo Fred.

—No es como si una guerra viniera con pasos, Fred —Clarisse respondió con sarcasmo.

—La vieja Clarisse está de vuelta —George le respondió, torciendo los ojos.

—¡Tienes que hacer algo para detener esto! —le dijo Harry a Neville—. ¿Por qué les has pedido a todos que volvieran? ¡Es una locura!

—A nosotros nos llegó un Patronus de parte de Clarisse, así que no dudo de su palabra —Fred respondo alzando la mano.

—Vamos a luchar, ¿no? —dijo Dean sacando también su galeón falso—. El mensaje decía que Harry había vuelto y que íbamos a pelear. Pero tendré que conseguir una varita mágica...

—¿No tienes varita? —preguntó Seamus.

De pronto Ron se volvió hacia Harry y le dijo:

—¿Qué hay de malo en que nos ayuden?

—¿Cómo dices?

—Mira, son capaces de hacerlo. —Ron bajó la voz y ya nadie más pudo escucharlo.

—Pues nosotros llevamos cuatro varitas encima, por si necesitan tomar alguna —George sonrió pícaramente a Seamus, el cual solo soltó una carcajada, la cual fue seguida por los demás.

—¡No seas sucio! —Clarisse le dio un golpe leve en el hombro, pero aún así rió también. Le había hecho falta un momento así.

—Yo paso —Seamus levanto ambas manos en forma de rendición.