En Las Encinas, las vacaciones de verano estaban por comenzar, y los dramas también.
Lu ocupaba la mayoría de su tiempo molestando a Rebeka, que estaba al borde de demostrarle lo buena boxeadora que era. Valerio, Nadia y Guzmán se habían unido para intentar sacar a Samuel del espiral de sufrimiento y culpa que sentía por haber alejado a Carla. Cayetana decidió darle más atención a sus estudios, ya que los tenía abandonados por tanto drama. Polo vagabundeaba por el colegio sin rumbo ni destino. Y Samuel y Carla... sufrían por lo mismo con la misma intensidad, pero de distintas maneras.
Carla había optado por no mirarlo en los pasillos, ignorar sus textos y llamadas, y no derramar una lágrima de las tantas que tenía guardadas.
Mientras que Samuel la observaba todo el tiempo, todos los días. Seguía escribiéndole y llamándole. Se quedaba despierto hasta altas horas de la madrugada mirando sus fotos y recordando los buenos tiempos.Se extrañaban. Era un hecho claro y conciso. Deseaban charlar como entes, bromear y reír juntos, disfrutarse el uno al otro.
Faltando una semana para las vacaciones, Samuel decidió que hacerse el mártir y esperar a que todo se acomodara, no iba a hacer que recupere a Carla. Si la quería de vuelta, debía plantarse y hacerle frente.
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- Carla.- la llamó Nadia alcanzándola en el pasillo.
- Hola.- le respondió con una expresión confundida y expectante. Si bien eran buenas compañeras de clase, nunca se dirigían la palabra, no porque se odiaran, sino porque no tenían nada que decirse.
- Vale, que ya se tú y yo no tenemos un gran vínculo... en realidad, ninguna clase de vínculo, pero me preguntaba si no te podrías tomar una hora de tu día para explicarme algo de Geografía. Se que tú eres muy buena en eso.
Carla se quedó mirándola atónita. ¿Nadia pidiéndole ayuda a ella? No era de verse todos los días.
- Claro, si. ¿Te pasas por casa?- le preguntó con cordialidad.
- De hecho yo pensaba que podríamos ir para la casa de Guzmán, no habrá nadie y tengo todas mis cosas allí.- le comentaba la palestina.
- Si, claro. Te veo allí luego de clases.- se despidió la rubia con una media sonrisa.
Nadia la vió alejarse y una vez que la tuvo bien lejos, se acercó a una de las aulas e hizo señas de que ya estaba todo despejado.
- ¿Qué te ha dicho?- preguntó Samuel cerrando la puerta detrás de él.
- Que sí, que irá a lo de Guzmán luego.- le respondió Nadia impaciente- Me debes una grande, Samu.
- Lo se, lo se. Lo que quieras es tuyo. Gracias.- le dijo Samuel sinceramente con una sonrisa de oreja a oreja.
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Carla se encontraba en medio de la entrada de la casa Nunier cuando Nadia y Guzmán la recibieron con una cálida bienvenida. La rubia necesitaba eso. Ultimamente sentía la soledad que la había acompañado toda su vida, mucho más pensada en su pecho.
Guzmán salió con Ander y les dejó la casa apara ellas solas.
- ¿Me esperas en el sótano? Me he olvidado los libros en la sala.- preguntó Nadia, mientras Carla la miraba extrañada.
- ¿El sótano? Si sabes que si querías asesinarme solo debías llevarme detrás del colegio, ¿verdad?- bromeó la rubia, aunque en realidad si encontraba un poco tétrico el sótano para hacer la tarea.
Nadia solo se rió ante aquella ocurrencia y se fue a la sala.
Carla prosiguió a caminar por el pasillo principal hasta toparse con la puerta del sótano. Bajó las escaleras de mármol pulido que caracterizaban a las familias de clase alta, y cuando estuvo por llegar casi al final, el sonido de la puerta azotándose la sobresaltó.
- ¿Nadia? No es gracioso.- le gritó Carla
fríamente.- Hola.- dijo una voz suavemente detrás de ella. Volteó inmediatamente y lo vió.
- Samuel.- le reconoció la rubia relajando la postura tensa.
- Tenemos que hablar.- se le acercó él- No puedes seguir evitando esto.
Y así como estaba tan segura de no querer verlo nunca, en ese mismo instante, al escuchar su voz, ver sus ojos y tener su perfume tan cerca... estaba segura que no podía seguir fingiendo que sería capaz de vivir una vida sin él.
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Mío o de nadie
FanfictionDespués de que el su plan terminara en fracaso (terminada la segunda temporada), Samuel termina por convencer a Carla de que le de una oportunidad para demostrarle que nada fue un juego para él. Con mutuo esfuerzo para vivir una relación sin mentira...